Expectación máxima. Juan Carlos Monedero necesitaba permiso de papá ((Venezuela, Bolivia y Ecuador) para exhibir facturas por sus asesorías realizadas tres años antes de tener su empresa, según sus iniciales declaraciones. Uno, periodista ingenuo, esperaba una factura sellada y aceptada por el pagador, junto con su contrato y el trabajo realizado a cambio de 425.000 euros. En fin, una factura documentada.
Era presumible que costara localizarla en un cajón ignoto en algún despacho bolivariano. Incluso que fueran tres facturas, dado que eran tres clientes, tres países. Era esperable su tardanza. Un mes. Debía viajar desde las Américas y hoy los transportes no gozan de la rapidez de las carabelas. Era menos comprensible que no le dieran luz verde para difundirla.
Pero, en realidad, la factura no estaba tan lejos de Monedero. Porque la ha fabricado él. No su pagador. Por tanto, sobraba tanta historia de pedir permiso a tres países. Sólo necesitaba Monedero buscarla en su empresa. Estaba en su cajón. Y no podía confundirla: porque ese año, a lo que se ve, sólo tuvo un ingreso y una sola factura. La que exhibió ayer, la número uno de sus cuentas de 2013.
Pero la factura difundida ayer presenta abundantes carencias para el valor probatorio que el número tres de Podemos le quiso dar:
-Figura el cif de Caja de Resistencia, pero omite el nif del cliente al que se destina el cobro, el banco del Alba. Y no es difícil averiguar tal nif: Banco del Alba RIF: J-28696327-4 . Monedero debía conocerlo tras años de trabajar con tal cliente. Y esto es un elemento indispensable en toda factura legal. Lo contrario alumbra serias sospechas sobre su veracidad o su opacidad fiscal.
-Si Hacienda no conoce el nif del pagador no puede verificar su realidad, tenga o no que pagar iva Monedero. Por cierto, en la factura afirma que no tiene que pagar IVA.
-La factura es la primera que hizo supuestamente Caja de Resistencia. Monedero pone como fecha de emisión el 31 del octubre de de 2013. Lo chocante es que la empresa llevaba sólo tres días registrada.
-La factura no muestra ningún signo de aprobación por su destinatario. Ni firma, ni sello. Nada. Monedero podría redactar una factura a nombre del Papa Francisco. Y podría ser igualmente cierta o falsa.
-La factura afirma que el concepto es por un asesoramiento hasta el 31 de marzo de 2014. Paradójicamente, no detalla cuándo empieza dicho asesoramiento. El hecho de que marque tal fecha como final abre dos incógnitas: o bien Monedero siguió cobrando hasta marzo de 2014 tras concluir 2013 y, por ello, deberá facturar una cantidad adicional a los 425.000 euros o se le rescindió el contrato en 2013. La primera hipótesis, significa que el precio de 425.000 euros se verá rebasado. La segunda aventa la rara especie de que o le regalaron la parte no trabajada de 2014 o Monedero la perdió sin dar mayor detalle.
Si esperó tres años a cobrar, ¿por qué esperó sólo tres días a emitir su factura tras registrar su empresa?
-Monedero aseguró que el cobro de los trabajos en 2013 obedeció a la coincidencia de que todos los Gobiernos le abonaran los trabajos de asesoría prestados tres años antes ese mismo año. Pero no es que coincidieran ese año. Es que coincidieron en el mismo día porque hubo un solo pagador: el banco del Alba. Si esperó tres años a cobrar, ¿por qué Monedero esperó sólo tres días a emitir su factura tras registrar su empresa?
-Curiosamente, la factura indica que se pague por transferencia. Pero no indica ningún número de cuenta, al menos, en el ejemplar entregado por Monedero. ¿Cómo supo el número de cuenta el cliente? Cabe, pensemos bien, basta de arteros acosos, que se haya tapado por razones de seguridad como alegaron a posteriori en el caso de Errejón, que aparentemente facturaba sin nif ni número de cuenta a Podemos. ¿Errejón temía un escrache en el nif ? ¿Monedero teme que le transfieran otros 425.000 euros con mala intención?
-Monedero para afianzar la seriedad de su exculpación da un pantallazo de una transferencia. Más allá de la difícil legibilidad del documento fotocopiado, la transferencia sólo probaría que recibió el dinero. No el motivo, ni el contrato y servicio que la soportan.
-La factura apunta que va a la atención de Gustavo Hernández, presidente del Banco del Alba. Choca que tenga que invocar tal nombre para el cobro de una mera factura de un humilde consultor español. El presidente de tal banco no es un cualquiera políticamente en Venezuela. El Presidente Nicolás Maduro designó a Gustavo Hernández como director del Banco del Alba. El decreto de nombramiento lo explica bien: "se nombra a Gustavo Hernández, director titular y representante de la República de Venezuela en el Directorio Ejecutivo del Banco del Alba; y se autoriza a asumir y ejercer la Presidencia del mismo". No era un banquero profesional, era un alto cargo del gobierno venezolano."Hernández se desempeña como viceministro de Finanzas y director de la Oficina Nacional de Presupuesto". La factura iba dirigida a un alto cargo chavista.
Sesudo informe exculpatorio
-Monedero aporta todo un sesudo trabajo para apuntalar que tenía doble opción para tributar. Sólo su asesor conoce tal disyuntiva. Los inspectores sólo conocen una. Si son ingresos por tareas personales (conferencias, libros, consultorías) se tributan como IRPF. Y se paga mucho más. Hacienda no le dio doble opción a Aznar.
Nada distinto de lo que hizo Jordi Pujol. Ambos regularizan tras leer en la Prensa su irregularidad fiscal
-Monedero no ha escogido la vía más cara de pago a Hacienda. Porque aunque quisiera Hacienda no puede aceptar un pago ilegal aunque sea a su favor. Ha pagado lo que le correspondía pagar, pero en diferido, tras conocerse su escándalo. Nada distinto de lo que hizo Jordi Pujol. Ambos regularizan tras leer en la Prensa su irregularidad fiscal. Ningún mérito para un político. Todo lo contrario: es la admisión del fraude que, aunque algunos gurús televisivos finjan ignorarlo, sí es ilegal, aunque no dé por la cifra defraudada para delito penal.
-Finalmente, para saber si se está o no ante un caso Urdangarín (precios desorbitados por informes que nada aportan), haría falta conocer los informes que realizó. Pero no hay ningún juez Castro ni fiscal Horrach que puedan pedir a Maduro los informes que su gobierno costeó con dinero público venezolano. Y Monedero sostiene que sus informes son demasiado sensibles para ser divulgados. Es curioso que los votantes de Podemos disfruten leyendo todos los explosivos informes internos sobre Bankia y no exijan con igual celo los informes de su dirigente.
-El hecho de que oportunamente se ponga por escrito que la asesoría terminaba en marzo de 2014, algo curioso al aludir a un contrato del que se ignora su inicio, tiene una clara utilidad política: que quede claro que Monedero no estaba a sueldo de Venezuela tras crear Podemos. Si bien, de haber llegado a tal fecha, se solaparían.
El problema es que Monedero y sus compañeros de troika creen implantado ya un particular modelo de estado sin haber ganado las elecciones:
-Alego que no tengo beneficios (ni ganas de pagar impuestos), y me declaro sin ánimo de lucro. Sigan el ejemplo todos los bares ruinosos. Menú diario sin ánimo de lucro, diez euros. Impuestos no incluidos porque aquí no se pagan.
-Primero facturo unos servicios, luego en una tarde libre creo la empresa para registrarlos tres años más tarde, y pago el resto de impuestos un año después. ¿Qué prisa hay tras décadas de casta?.
-Me pillan con un fraude fiscal, alego que he optado por pagar el máximo (y lo que sobre que se paguen unas cañas los inspectores y los técnicos de Gestha). ¿Aplicará Hacienda una nueva casilla en la futura declaración? ¿Quiere tributar por el mínimo o por el máximo? ¿O prefiere hacerlo bajo la casilla Monedero, primero una y luego la otra?
-Me sorprenden con un trabajo incompatible con mi trabajo universitario. Todo es producto de un mero error formal. Da igual que el informe del inspector (puro sicario del orden establecido) sea demoledor aclarando que no vale el permiso del profe, porque no te ha contratado el profe, y si era posible trabajar en otro lugar debieron conocerlo todos los interesados en la plaza, no sólo los amigos del profe. Y el trabajo era en exclusividad. Término complejo donde los haya.
-Gano mucho dinero y sin mucho detalle sobre su origen. No importa. El fin lo justifica porque no es para mí. Es para mi programa televisivo.
-Quiero hacer demagogia con mi salario de eurodiputado. Dono una parte a mi productora. O sea, me lo autodono, porque luego ella me paga, y a nadie le incumbe, y menos a Hacienda, que Montoro lo filtra todo. Cuándo se ha visto que un bravo revolucionario visite el registro del impuesto por donaciones para dejar claro quién da y quién recibe y qué parte le toca al fisco. Abajo las ventanillas. Antes morir que pagar impuestos.
Ya hay un estado paralelo y el estado para lelos lo consiente.