El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, es el único implicado en el caso de Delcy Rodríguez que no ha dado una versión exhaustiva de la escala de la vicepresidenta de Venezuela en el aeropuerto de Madrid. Grande-Marlaska fue, según la versión de José Luis Ábalos, la persona que pidió al titular de Transportes asegurarse de que Rodríguez "no bajara del avión".
La Policía Nacional en frontera debería supuestamente haber deportado a Rodríguez. Así lo recogen las sanciones previstas por la Unión Europea para 25 altos cargos del régimen de Nicolás Maduro. Uno de ellos es la vicepresidenta.
Grande-Marlaska ha roto su silencio este martes durante una visita a zonas de Mallorca afectadas por el temporal. Y ha asegurado que no hay polémica, porque Rodríguez "no ha pisado territorio español". "Rodríguez tiene la prohibición de la Unión Europea de pisar territorio de la Unión Europea y por tal motivo no ha pisado territorio español", ha dicho.
Ábalos evitó el conflicto
Sin embargo, el Gobierno ha reconocido que la gestión diplomática que se encomendó a Ábalos fue precisamente evitar esa deportación. El ministro de Transportes subió al avión en el que viajaba Rodríguez y, hasta donde se ha contado, le recordó que no podía entrar en territorio europeo.
La número dos de Maduro, según el Gobierno, pasó varias horas en una zona indeterminada de tránsito del aeropuerto y a primera hora del día siguiente embarcó en un vuelco comercial destino Doha. En un nuevo giro a las explicaciones que está dando el Ejecutivo, Ábalos es prácticamente un héroe.
"Si esta persona hubiera entrado en territorio español se hubiera producido una crisis con la UE y Venezuela", ha dicho la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, al término del Consejo de Ministros. "Nuestra obligación era hacer cumplir las sanciones. Y esta persona nunca atravesó el control de fronteras".
Fuentes gubernamentales sostienen esta afirmación basándose en que la norma europea es interpretable. Y que el tránsito no es lo mismo que una escala. Y que transitar por un país no es estar en una zona de frontera, sino, por ejemplo salir al centro de Madrid.
Ábalos situó a Marlaska en la polémica
El Gobierno también ha admitido que tuvo conocimiento de que Rodríguez haría escala en España cuando su vuelo privado ya había despegado. Y ha explicado que la normativa española no obliga a identificar a los pasajeros en origen, sino en destino. Por eso, ha detallado, no se supo antes que la 'número dos' de Nicolás Maduro iba en esa aeronave.
A Grande-Marlaska le situó Ábalos en el centro de la polémica en una entrevista en La Razón. El titular de Transportes, según sus respuestas, dijo que el ministro del Interior le pidió que Rodríguez no bajara del avión. Luego se supo que sí bajó de la aeronave, que había pasado unas horas en el aeropuerto y que al día siguiente se fue a Doha.
La llamada entre Ábalos y Marlaska se produjo. Interior siempre ha defendido la labor de la Policía y ha recordado que el pasaporte de la vicepresidenta no se selló.