La Comisión Europea (CE) ha propuesto este lunes modificar la legislación europea sobre envases y residuos para obligar a los estados miembros a reducir el uso de las bolsas de plástico de menos de 0,05 milímetros y darles la posibilidad de prohibirlas.
Las nuevas medidas no incluirían objetivos obligatorios de reducción, pero sí forzarían a los países de la UE a mejorar al menos sus cifras actuales, aclaró el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, durante una rueda de prensa.
La CE espera que las medidas puedan ser aplicables en el plazo de dos años, pero antes los Veintiocho deberán dar su visto bueno
Los estados miembros podrían elegir cómo lograr esa meta y recurrir a gravámenes, objetivos nacionales de reducción o incluso una prohibición en determinadas condiciones, algo que la legislación actual no prevé, aclaró el comisario. Potocnik explicó que las características que han hecho a estas bolsas finas tan populares comercialmente suponen un "peligro para la naturaleza", en especial para el medio marino, porque se reutilizan menos que las bolsas más gruesas y su eliminación es difícil.
El comisario ha subrayado, por otra parte, que algunos países de la UE ya han logrado grandes resultados en lo que a reducción del uso de bolsas de plástico se refiere calculando que si se sigue su ejemplo se podría reducir el consumo global actual en hasta un 80%.
98.600 millones de bolsas de plástico
La Comisión calcula que cada año se ponen en circulación más de 8.000 millones de bolsas de plástico. Sólo en 2010 se sacaron al mercado comunitario 98.600 millones de bolsas de plástico, la mayoría ligeras, lo que supone una media de 198 bolsas de plástico al año por habitante, añade.
La CE espera que las medidas puedan ser aplicables en el plazo de dos años, pero antes los Veintiocho deberán dar su visto bueno. Una vez sean aprobadas, los países tendrán un año para adaptar su legislación a la nueva normativa comunitaria.
Preocupados por la pérdida de la biodiversidad
La propuesta coincide con la publicación de una encuesta de la CE según la cual nueve de cada diez europeos consideran que la pérdida de la biodiversidad en Europa, como la disminución y posible extinción de especies de la flora y la fauna, es un problema. Según estos datos, el 78% de los encuestados señala que compra productos ecológicos para suavizar la pérdida de biodiversidad.
Por otro lado, el 38% asegura hacer un esfuerzo para proteger la biodiversidad, un porcentaje que ha aumentado cuatro puntos desde 2007. Entre las razones que esgrimen los encuestados acerca de por qué protegen la biodiversidad, el 93% señala que está de acuerdo y el 62% muy de acuerdo en que este entorno es básico para mantener el bienestar y la calidad de vida.
Otra razón, esgrimida por el 87%, es que resulta indispensable para la producción de bienes como los alimentos, el combustible o las medicinas. Para el 75%, la protección de la biodiversidad es importante porque sin ella Europa se vuelve más pobre económicamente.
El 78% de los encuestados señala que compra productos ecológicos para suavizar la pérdida de biodiversidad
En cuanto a las acciones comunitarias, el 65% de los europeos opina que la UE debería aumentar las áreas de protección de la naturaleza incluidas en el programa Natura 2000, que cubre el 18% de la masa continental europea.
Sin embargo, la encuesta también revela que el 73% no conoce dicho programa y el 70% considera que la UE debería informar mejor a los ciudadanos sobre la importancia de la biodiversidad. En toda la UE, una de cada cuatro especies se encuentra en peligro de extinción y el 88% de las poblaciones de peces están sobreexplotadas como consecuencia de la acción humana, según datos de la CE. La encuesta fue realizada por teléfono a 25.537 personas de diferentes grupos sociales y áreas demográficas de los Veintiocho a finales del mes de junio.