Un año después del gran naufragio de Lampedusa y con 2.000 muertos más al intentar cruzar el Mediterráneo, Bruselas pedirá a los socios más fondos para aumentar la vigilancia en las fronteras del sur de la Unión. Solo en lo que va de 2014 han llegado a las costas italianas 110.000 inmigrantes, el triple que a España en el año 2006.

Fue a mediados de julio. El Aeropuerto Internacional de Trípoli, asediado por la lucha armada entre los islamistas de Misrata y el Ejército Nacional Libio, echó el cerrojo. De inmediato, las embajadas y el personal de seguridad de las empresas extranjeras que trabajan en el país hicieron saltar las alarmas. Entre ellas, estaba Repsol.