El banco italiano, nacido de una megafusión que le convertía en uno de los dos colosos bancarios de la Eurozona (el otro es Santander) ha pasado de convertirse en estrella del Eurostoxx 50 a tener un valor bursátil que en el Ibex le colocaría por debajo de Banco Popular e incluso de Red Eléctrica Española, al quedar en 4.500 millones de euros de valor bursátil. En el año, acumula una caída del 64%, después de la sufrida ayer, del 12%, que le convirtió, por supuesto, en el peor valor del selectivo índice selectivo europeo.

La firma atribuye su decisión a los malos resultados que presentó el lunes correspondientes al tercer trimestre, y que revelaron unas pérdidas netas de 10.600 millones de euros, que se debieron principalmente a una depreciación de activos de 10.200 millones.No obstante, la firma también atribuye el mal resultado a las pérdidas obtenidas en la operativa en los mercados y a los cargos por su cartera de créditos.