Andrea Orcel, el fichaje frustrado de Ana Botín que ahora lidera Unicredit, está decidido a crear un gigante bancario en Europa. El ejecutivo italiano se ha lanzado a la compra del banco alemán Commerzbank y de su rival en Italia Banco BPM, pero se ha encontrado con el rechazo frontal tanto de los gobiernos como de las cúpulas directivas. Se juega su reputación, pero no cejará en su intento aunque no salga a las primeras de cambio, como advierten otros banqueros de inversión que han trabajado en algún momento con el conocido como el Ronaldo de la banca.
Orcel (Roma, 1963), que habla italiano, inglés, español, francés y portugués, lleva en la sangre el riesgo. Se crio en una familia propietaria de una pyme y a finales de los 80, con apenas 25 años, se mudó a la City para trabajar como banquero de inversión de Goldman Sachs.
Su gran salto profesional lo dio en los años 90, cuando ficha por Merrill Lynch y se convierte en asesor estrella de operaciones corporativos del Santander y Unicredit. Curiosidades del destino, en esa década Orcel llegó a plantear al Banco de España una fusión de la entidad italiana, de la que ahora es el primer ejecutivo, con BBVA, como recuerda un alto directivo bancario que por aquellos entonces trabajaba en el supervisor.
Orcel asume que finalizará su carrera en Unicredit tras 30 años en la banca de inversión
“Era casi un junior y ya quería hacer una fusión europea. Su ambición era tremenda”, señalan las fuentes consultadas. Más de 20 años después, Orcel ha vuelto al ataque para protagonizar la primera gran operación a nivel europeo. Se ha lanzado a por Commerbank, donde ha tomado el 21% y no esconde sus ansias de fusión, aunque el rechazo del Gobierno de Berlín, uno de los grandes accionistas tras un rescate de 23.000 millones de euros, por la sangría de empleos ha frenado su primer intento.
A las autoridades alemanas no les gustó nada el movimiento del italiano, que construyó de forma sigilosa un paquete de acciones para ganar fuerza negociadora e incluso pidió autorización al Banco Central Europeo (BCE) para aumentarlo hasta el 30%. Commerzbank es objeto de deseo desde hace tiempo de Unicredit, que ya se acercó al Estado alemán en 2017 para tratar de unirse.
Sin freno
Este primer rechazo no ha contenido a Orcel. El pasado lunes, el banquero italiano sorprendió con otro movimiento inesperado al lanzar una opa de 10.000 millones por su rival doméstico Banco BPM. La unión de ambos daría lugar a la tercera entidad más grande por tamaño en Bolsa de Europa. Pero la cúpula de BPM también rechazó la oferta del banquero estrella al considerar que “infravalora” su potencial de crecimiento. La misma justificación que usó el consejo del Sabadell para dar portazo al BBVA.
Un segundo ‘no’ para Orcel, cuyas ansias de crear un gigante bancario europeo pasan por jugarse su futuro a las opas hostiles, que parecen estar de moda en el sector financiero tras la era de tipos altos. “Se está jugando su credibilidad en la recta final de su carrera”, coinciden distintas fuentes de la banca de inversión. Orcel protagoniza ya dos rechazos de fusión en menos de tres meses.
El banquero italiano tiene claro que cerrará su carrera profesional tras su etapa en Unicredit. Y ha decidido echarse un “órdago a sí mismo” tras 30 años ligados a la banca de inversión, como indican las fuentes consultadas. Lo cierto es que Orcel también ha tenido algunas sombras en su expediente, más allá del fichaje frustrado en 2019 como consejero delegado del Santander.
Fracasos sonados
Su primer gran acuerdo fue precisamente la fusión de Unicredit y su rival Credito Italiano por más de 25.000 millones en 1998. Una operación que le catapultó como asesor de confianza de Emilio Botín para convertir al Santander en un gigante internacional mediante la compra de bancos por todo el mundo. Aunque también participó en operaciones que resultaron ser un desastre, como la compra a tres bandas de ABN Amor por unos 70.000 millones en 2007, como asesor del Santander, Royal Bank of Scotland y Fortis. Estas dos últimas entidades tuvieron que ser rescatadas.
Los fracasos no tumban la ambición de Orcel, que entiende la banca como un continuo “baile de compras y ventas”, como indican fuentes financieras. ADN puro de la City que probablemente fue lo que asustó a Ana Botín hace cinco años para dar marcha atrás a su fichaje, como se interpreta en los círculos financieros. ¿Acabará cumpliendo su sueño de crear un gigante bancario europeo?