Tecnología

El motivo por el que los médicos son reacios a utilizar la IA

La integración de la IA en la sanidad despierta recelos entre los médicos. Escasa formación, miedo al cambio y dudas sobre la ética son algunas de las razones

  • Dos médicos en un hospital de España

Un reciente debate en LinkedIn, iniciado por el catedrático de Economía, Andrés Pedreño Muñoz, ha puesto de manifiesto la resistencia que existe entre el colectivo médico a la hora de implementar la inteligencia artificial en el ámbito sanitario.

Pese a que la IA ya ha demostrado su eficacia en la reducción de tareas administrativas y en la optimización de los flujos de trabajo, 7 de cada 10 médicos se muestran reticentes a su uso. Entre los argumentos que esgrimen destacan:

  • -Falta de formación: muchos profesionales no se sienten capacitados para integrar la IA en su práctica diaria.
  • -Miedo al cambio: la irrupción de una tecnología disruptiva genera incertidumbre y temor a ser reemplazados por máquinas.
  • -Dudas sobre la ética profesional: algunos médicos cuestionan si la IA puede poner en riesgo la privacidad de los datos de los pacientes o si su uso puede deshumanizar la atención médica.

Oportunidad perdida

El rechazo a la IA supone un coste de oportunidad tanto para los pacientes como para los propios médicos. El tiempo que los profesionales dedican a tareas administrativas que podrían automatizarse se traduce en menos tiempo para la atención a los pacientes, lo que puede repercutir negativamente en la calidad de la atención médica. Además, la sobrecarga laboral que sufren los médicos se ve agravada por la falta de herramientas que les permitan ser más eficientes.

Sin embargo, existen ejemplos de éxito en la integración de la IA en la sanidad. Reino Unido, Estonia y Finlandia son algunos de los países que han implementado la IA con resultados positivos, logrando reducir los tiempos de espera y mejorar el acceso a diagnósticos.

Necesidad de un cambio cultural

Para que la IA pueda desplegar todo su potencial en la sanidad es necesario un cambio cultural que implique tanto a los profesionales médicos como a los gestores y a la sociedad en general. Es fundamental iernvtir en formación, promover la transparencia en el uso de los datos y garantizar que la IA se utiliza de manera ética y responsable. 

El debate sobre la IA en la sanidad está abierto. La resistencia al cambio es comprensible, pero la evidencia apunta a que la inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa para mejorar la eficiencia del sistema sanitario y la calidad de la atención médica.

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