¿Es el coche lanzado en 2001 por BMW el mismo Mini que el planteado por Alec Issigonis hace 50 años? La tercera generación del nuevo modelo, que se presentará ahora en el Salón de Detroit, a buen seguro reabrirá la polémica. El gigante alemán, que se deshizo de Rover pero retuvo la popular marca, sabía que tenía una leyenda entre manos. Una forjada a lo largo de décadas, generaciones, varias crisis financieras y que implica hasta cambios de nacionalidad (de Gran Bretaña a Alemania) e identidad (de un utilitario económico a uno tan equipado como un Serie 3). Pero también una en la que pervive lo fundamental: la impresión de que estamos ante un coche pequeño y robusto, fuerte pero desenfadado, uno que hace esbozar una sonrisa cada vez que pasa.