La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha reclamado al Gobierno que prohíba fumar en espacios públicos abiertos, como terrazas y playas, ya que un alto porcentaje de las colillas -con 7.000 elementos tóxicos tan nocivos como el arsénico o el plomo- son desechadas en el medio ambiente.
Así lo señala la SEPAR en un comunicado difundido este sábado con motivo de la conmemoración el 5 de junio del Día Mundial del Medio Ambiente, en el que destaca que España arroja a las playas el 15 % de los cigarrillos que se consumen al año.
"Los restos del cigarro son trasladadas de una u otra forma al medio acuático, donde se degradan en microfibras, que son ingeridas por toda clase de animales marinos, llegando incluso a nuestros alimentos", explican los neumólogos.
Además, resaltan que la exposición al humo del tabaco por los fumadores pasivos se asocia a una mayor predisposición de enfermedades cardiorrespiratorias crónicas, cáncer de pulmón, mayor riesgo de agudizaciones y peor pronóstico.
Según Cristina Martínez, neumóloga y coordinadora del área de medio ambiente de SEPAR, de acuerdo con estudios internacionales, en el mundo se arrojan al medio ambiente 143.000 colillas por segundo y los estudios realizados indican que los restos de cigarros son el 40 % de los residuos del Mar Mediterráneo y requieren de aproximadamente 12 años para degradarse.
Respecto a la prevista reforma de la ley del tabaco de 2010, los neumólogos insisten en que la nueva legislación debe de prohibir el consumo del tabaco en espacios públicos, incrementar el precio, e instaurar el empaquetado genérico, una medida que, según la SEPAR, ha sido probada con éxito en otros países.
Además, consideran que es necesario regular que tanto cigarrillos tradicionales como electrónicos sigan las mismas normas de venta, consumo y publicidad, y abogan por instaurar en todo el sistema nacional de salud unidades antitabaco, que den asistencia sanitaria para que los fumadores abandonen este hábito, financiando estas terapias.