Ponerse a dieta antes de Navidad es algo que mucha gente se plantea cuando se acerca el mes de diciembre. Los excesos navideños están a la vista, llegan las cenas de Navidad, los aperitivos con amigos y las largas comidas por las fiestas del final del año y la preocupación por ganar unos kilos de más se hace más patente que el resto del año. Pero, ¿es buena idea hacer dieta durante dos o tres semanas y luego ponernos ‘morados’ cuando llegan las navidades?
Los expertos son muy claros a la hora de responder a esa cuestión. “No hay que hacer dietas extremas antes de las fiestas de Navidad, ya que lo más importante y lo que mejor efecto tiene para nuestra salud es mantener unos buenos hábitos durante todo el año”, nos dice Marina Domene, responsable del departamento de nutrición de SHA Spain. Son muchos los que piensan que haciendo dieta no van a engordar luego o que es una buena forma de perder peso para luego poder comer lo que se desee durante los días de Navidad.
¿Pero realmente sirve de algo hacer dieta antes y luego pegarse comilonas en fiestas? “Absolutamente de nada, sabemos que la Navidad es una época donde comemos más y solemos beber algo más de alcohol, pero si sabemos con antelación que vamos a tener unos días como algo excepcional, lo que podemos hacer es, por ejemplo, si al medio día hemos comido bastante, en la cena dar algo de descanso a nuestro aparato digestivo y tomar alguna crema de verduras o algún plato ligero o bien, sino tenemos hambre no cenar (que no pasa nada), pero no tomarlo como una conducta compensatoria”, recomienda Domene.
Dieta en Navidad
No es fácil mantener una alimentación saludable y equilibrada en las fechas navideñas porque son habituales las comidas copiosas y los encuentros con familia y amigos alrededor de una mesa. Pero, ¿qué alimentación deberíamos seguir antes de Navidad para poder darnos un gusto en las comidas y cenas navideñas? “Como hemos comentado antes, lo más importante y lo que va a determinar una buena salud es lo que hacemos a lo largo de todo el año, que estemos una o dos semanas antes de las fiestas de Navidad a dieta extrema no nos va a ayudar mucho”, explica la experta de SHA Spain.
Hacer dieta antes de las fiestas no sirve de mucho. Foto: Pixabay.
La alimentación que tenemos que seguir tanto antes como durante y después de las fiestas “es mantener una buena ración de verduras en nuestros platos, consumir fuentes proteicas de buena calidad como legumbres o pescado, consumir nuestra ración de hidratos de carbono integrales como la quinoa, trigo sarraceno etc. y evitar tomar dulces y azúcar, ya que sabemos que durante los días clave de la Navidad sí vamos a consumir esos productos”, aconseja.
¿Qué alimentos son buenos para llegar más deshinchados a la navidad? Consumir una gran variedad de verduras como calabacín, canónigos, pepino, remolacha, daikon, espárragos, alcachofas, endivias, frutos rojos, kiwi… es ideal en esos días antes de las fiestas. Además, “tomar infusiones de hinojo después de las ingestas va a facilitar mucho nuestras digestiones y sentirnos menos hinchados”, recomienda.
A la hora de elaborar un menú navideño deberíamos optar por alguna opción saludable. Aunque esto suele ser complicado, los días previos puedes mantener un poco el equilibrio apostando por aperitivos saludables, como verduras y frutas frescas, frutos secos o algunos mariscos como los camarones o mejillones, opciones ligeras y deliciosas, ideales como entrantes.
A la hora de tomar un plato principal incluye proteínas magras, como carnes magras como el pavo (sin piel), pollo o pescado al horno. Estas opciones son ricas en proteínas y bajas en grasas saturadas. Una buena opción es el pavo asado, pero sin la piel y preparado al horno en lugar de salsas pesadas. Pescados como el salmón contienen además Omega-3, ideal para mantenerte con energía también en estos días.
Con los acompañamientos opta por verduras asadas o al vapor, como la calabaza, zanahorias, espárragos o brócoli asados o al vapor en lugar de acompañamientos más pesados como patatas con mantequilla. Incorpora ensaladas frescas, usando hojas verdes, aguacate, frutos secos y un aliño ligero a base de aceite de oliva y vinagre.
Los turrones y dulces navideños son un ‘pecado’ que podemos cometer pero también podemos añadir a nuestra dieta diaria postres más ligeros como fruta con yogur o incluso algunas versiones de turrón sin azúcar. Estos días mantente hidratado con agua, infusiones o bebidas sin calorías. Los refrescos aportan muchas calorías vacías, así que es mejor optar por versiones sin azúcar o aguas saborizadas caseras.
Antes de Navidad, sigue la misma rutina de alimentación y deporte. Foto: Pixabay.
Como siempre, hay tres consejos que deberíamos seguir tanto en Navidad como el resto del año:
- Porciones pequeñas: Disfruta de tus comidas favoritas, pero en pequeñas cantidades. No es necesario privarse, sino moderarse.
- Come despacio: Esto ayuda a que te sientas satisfecho más rápido y disfrutes más de los sabores.
- Equilibra las comidas del día: Si tienes una comida más cuantiosa en Navidad, opta por opciones más ligeras en las otras comidas del día.
¿Cómo deberíamos comer después de las fiestas si nos hemos pasado? “No tenemos que hacer locuras de dietas muy estrictas, tenemos que volver a nuestra rutina de alimentación saludable. Podemos empezar reduciendo un poco la cantidad de la ración que vamos a consumir para facilitar la digestión tras las fiestas, pero sin “matarse” de hambre, y poco a poco ir incrementando esas raciones hasta volver a la rutina”, aconseja.
Ejercicio también en Navidad
¿Qué papel juega el ejercicio también en esta época? Al igual que una correcta alimentación, la práctica de actividad física y deporte también la tenemos que mantener todo el año y durante las fiestas podemos seguir manteniendo nuestras rutinas de entrenamiento. “También podemos aprovechar y antes de las ingestas más contundentes podemos pasear unos 15-20 minutos”, explica Domene.
Lo más aconsejable es seguir manteniendo una rutina de entrenamiento de tres o cuatro días a la semana que incluya clases de fuerza y otras de cardio. No olvides dejar algún día para descansar e incluso alguno para hacer un descanso activo con un paseo a paso ligero o una ruta en bicicleta que no suponga un esfuerzo excesivo.