El caso Bankia ha pasado revista a la labor del Banco de España durante la última semana. El regulador nunca había sometido a un examen como éste. Pero tras el vendaval mediático de las declaraciones de Miguel Ángel Fernández Ordóñez y los otro siete imputados (dos de ellos de la CNMV), el caso Bankia vuelve a la normalidad, a la espera de un desenlace que podría producirse de aquí a verano.
Estas previsiones son complejas, ya que el juez Fernando Andreu y el fiscal Alejandro Luzón llevan dos años con el cierre del caso Bankia en mente. Pero cada vez que están al borde de poner el broche a la causa surge un nuevo factor que les obliga a reconducirla. Primero fue el informe de los peritos judiciales, que determinaron que hubo irregularidades en la salida a bolsa de la entidad entonces liderada por Rodrigo Rato. Y, más recientemente, la decisión de la Audiencia de que se impute a los ocho ex altos cargos del Banco de España y la CNMV.
Tras las declaraciones de Ordóñez y los otro siete imputados, todo queda pendiente de alguna posible nueva prueba documental que pida la acusación popular, CIC, representada por Andrés Herzog, y el tercer informe de los peritos judiciales. La senda marcada en los dos últimos años por los peritos, los inspectores Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras invita a pensar a todas las partes del caso que no sólo se reafirmarán en sus conclusiones previas, sino que irán más allá con los polémicos correos en la mano. Fuentes internas del Banco de España explican que Busquets, Nogueras y José Antonio Casaus son inspectores del mismo perfil: discretos, trabajadores y poco dados a alinearse con sus superiores.
Posición del juez
Si, como parece, los peritos echan más leña al fuego, todos los ojos están puestos en el juez Andreu y el fiscal Luzón. Hay dudas sobre su posición. Sobre el primero porque es "impenetrable", como señala un abogado del caso Bankia. Nunca da pistas en las declaraciones. Y en las de los imputados de la CNMV y el Banco de España ha parecido "agotado" de esta causa. Sorprendió su citación de urgencia de Casaus como testigo, para luego no hacerle preguntas.
A pesar de ser infranqueable, Andreu ya ha dado varias pistas sobre qué puede hacer con el caso Bankia varias veces en los últimos años. Tras el primer informe pericial, impuso una fianza millonaria para los cuatro principales imputados: Rato, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú, más Bankia y BFA. Además, a la petición de varias pruebas respondió que su instrucción no las necesitaba y que debían ser solicitadas durante el juicio oral.
Es un secreto a voces que el fiscal Luzón no ve nada claro presentar una acusación contra los imputados del caso Bankia
La duda está en qué hará con los nuevos imputados del último año, los ex altos cargos de Banco de España y CNMV, y la auditora, Deloitte. La sensación entre los abogados del caso es que el futuro de estos investigados irá de la mano, y que el juez no tiene la intención de enviarles al banquillo. Si fuera así, el caso Bankia pasaría de los en torno a 45 imputados a 6 procesados, dejando libres a los nuevos investigados; a la mayoría de los exconsejeros de BFA y Bankia; y a exdirectivos imputados, como Ildefonso Sánchez Barcoj.
La otra gran incógnita es que hará el fiscal Luzón. Es un secreto a voces que no tiene nada claro hacer una acusación formal por el caso Bankia. No ve probada en la instrucción ningún delito contable y de estafa durante la salida a bolsa. Y es un fiscal que presume de haber ganado todos los juicios en los que ha acusado salvo el caso Tabacalera, en el que una polémica prescripción absolvió a César Alierta. Su última victoria ha sido el juicio de las tarjetas black, en el que la sentencia ha casi calcado su escrito de acusación.
El dilema del fiscal
Al hilo de las dudas sobre la estrategia de Luzón en Bankia, ha sorprendido mucho en la sala que no haya preguntado a ninguno de los ocho últimos imputados y, sobre todo, al “testigo de cargo”, como se define a Casaus. La papeleta del fiscal no es fácil, ya que por un lado tendrá que valorar la contundencia de Casaus, Busquets y Nogueras sobre las irregularidades en la salida a bolsa y las cuentas de Bankia, y por otro la existencia de las provisiones genéricas y el mensaje institucional a través del Frob, la CNMV e, indirectamente, el Banco de España, de que se hizo lo correcto durante 2011.
Podría haber juicio del caso Bankia aunque no hubiera acusación del fiscal, pero sería una causa descafeinada. Todo apunta a que todas estas dudas se resolverán en cuestión de meses, coincidiendo con el quinto aniversario de la apertura del mayor caso financiero investigado por la Audiencia.