Corría el verano de 2024 cuando Renfe decidió cambiar su política de devoluciones. Una medida que no fue bien recibida por los viajeros pero que Renfe tomó para competir en igualdad de condiciones con sus mayores rivales en el mundo ferroviario: Ouigo e Iryo. La liberación del mercado ferroviario sumado a la creciente competencia con la llegada de los rivales mencionados, hizo que Renfe decidiera endurecer su política de devoluciones por retrasos.
Una decisión para ajustarse a los parámetros de Iryo y Ouigo que elevaba el umbral de compensación, pasando de los 15 a minutos a la hora (para el 50%), y de los 30 minutos a los 90 (para el 100%).
Ahorro de 22 millones para Renfe
Una nueva política de cambio en los retrasos con la que Renfe ya ha recogido sus frutos, según informan desde El Economista. La política se comenzó a aplicar el pasado 1 de julio y según indica El Economista, en estos meses Renfe ya ha conseguido ahorrar 22 millones de euros. En 2024, Renfe destinó unos 20 millones de euros al pago de devoluciones mientras que en 2023, este gasto fue de 42 millones.
Un plan de Renfe para reducir pérdidas, que en su momento justificó como "fundamental" por la entrada de la competencia y al ser un modelo "obsoleto".
