Economía

Los grandes fondos aíslan el caos político en España para salvar inversiones en el país

Los inversores resisten a la incertidumbre jurídica ante la fortaleza del empleo y el crecimiento.

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez -

Los inversores levantan muros de contención ante el caos político. Las idas y venidas en la reforma fiscal para cuadrar las cuentas públicas amenazaban con cerrar el grifo de dinero a España, pero los grandes fondos han resistido a la incertidumbre y han decidido “obviar” las propuestas del Gobierno para salvar inversiones millonarias, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras y jurídicas en contacto con los grandes inversores.

La City londinense miraba  con recelo el "vaivén fiscal” por medidas como la eliminación de las exenciones a las socimis y las prórrogas de los impuestos a los bancos y a las energéticas. Finalmente, ante la falta de apoyos en el Congreso, el Ejecutivo renunció a la primera de ellas y sólo aprobó el nuevo impuesto progresivo al sector bancario para los próximos tres años, que ha provocado las críticas del Banco Central Europeo (BCE) por su impacto en el crédito.

En cuanto al gravamen a las energéticas, Pedro Sánchez anunció en la última rueda de prensa de 2024 que se prorrogaría en 2025 aún sin contar con los apoyos parlamentarios necesarios para su convalidación. Ahora bien, este Real Decreto-ley quedará en saco roto casi con toda seguridad por la oposición frontal de Junts y PNV, cuyos votos son vitales para sacarlo adelante.

El cambio planteado en el régimen fiscal de las socimis activó las alarmas entre los inversores de La City, donde se toman la mayoría de las decisiones de los grandes fondos para desplegar posiciones en las distintas economías, según fuentes próximas al centro financiero de Londres. De hecho, grandes del Ibex como Colonial y Merlin llegaron a amenazar con salir de España si como pactaron PSOE y Sumar se suprimía la exención fiscal.

Sostén del Parlamento

“En Londres y en las principales plazas financieras ahora se ve al Congreso como el principal sostén para mantener o decidir invertir en España”, aseguran fuentes jurídicas en contacto permanente con los grandes fondos. El necesario equilibrio de pactos entre el Gobierno y los heterogéneos socios se convierte así en un “alivio” para impedir medidas contra la inversión, como indican las fuentes consultadas.

Los inversores apuestan ahora por “aíslar” la incertidumbre sobre nuevas medidas ante el bloqueo o la ralentización en el Parlamento, y priorizan el crecimiento de la economía y la fortaleza del empleo, con la creación de medio millón de puestos de trabajo en 2024.

Sin ir más lejos, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, anticipa que el PIB de España podría aumentar hasta un 2,5% este año. Una previsión que gusta en los fondos ante la debilidad económica de países como Alemania y Francia, los principales motores de Europa. En el primer caso, la amenaza de recesión ya es una realidad, mientras que en el país galo la incertidumbre política lo sitúa en el foco como posible protagonista de una nueva crisis de deuda.

El Gobierno trabaja a marchas forzadas para subir el diésel en abril como reclama Bruselas

Las dudas sobre la salud de las cuentas públicas de Francia están aumentado la presión del mercado. De hecho, la prima de riesgo francesa está por encima de España e incluso de Grecia. Es decir, los inversores desconfían más de Francia que del país heleno para devolver las deudas. Una situación impensable hace 12 años, cuando Grecia estuvo a punto de ser expulsada del euro por el desfase de sus cuentas públicas.

¿Volverá el foco del mercado sobre España?

Aunque, como advierten desde la banca de inversión, la situación se puede dar rápidamente la vuelta y ponerse el foco en los países más endeudados, como España, con una deuda pública del entorno del 105%. Si Francia consigue corregir su desequilibrio fiscal con un plan agresivo de recortes y subidas de impuestos, que debería alcanzar al menos los 40.000 millones de euros, el mercado exigirá la misma mano dura al resto de socios de la moneda común, como advierte un alto ejecutivo de banca de inversión que pide el anonimato.

Para ajustar el desequilibrio presupuestario, Sánchez echará el resto para recabar apoyos y aprobar una medida esencial: la subida del Impuesto de Hidrocarburos que paga el gasóleo de automoción en 9,37 céntimos por litro para equipararlo al de la gasolina.

El Gobierno pretende que entre en vigor el 1 de abril. Es una medida que reclama Bruselas dentro del paquete fiscal que debe evaluar antes de marzo en el quinto pago de fondos europeos del Plan de Recuperación.

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