La dirección de Correos se encuentra enfrentada por cómo abordar los ajustes y la nueva estrategia de la compañía para tratar de revertir las pérdidas millonarias que asfixian al operador postal español.
Tal y como ha podido saber este diario a través de fuentes internas, la dirección de la compañía mantiene un pulso por cómo abordar este reto. Pedro Saura, ex presidente de Paradores y en la actualidad al timón de la compañía, apuesta por analizar a fondo qué está sucediendo en la misma y tomar decisiones en consecuencia.
Además, Saura quiere cerrar el grifo o reducir considerablemente la contratación de consultoras externas como KPMG, Deloitte o PwC.
Con Serrano a los mandos de Correos la corporación ha perdido 1.200 millones de euros. Por ese motivo, en 2022 la SEPI decidió colocar a un hombre de confianza dentro de la corporación: Fernando Ramírez
Una estrategia diametralmente opuesta a la que tiene en mente Fernando Ramírez, el hombre de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el operador público postal -es la propietaria del mismo-. En la empresa amarilla ejerce como director de Recursos Humanos desde septiembre de 2022, misma area en la que trabajó anteriormente en Navantia y Airbus, empresas también participadas por la SEPI (Navantia, con el 100% del capital, y Airbus con un 4,1% de las participaciones)
Además, Ramírez, ya con un bagaje considerable en la empresa, quiere iniciar los ajustes cuanto antes, y pretende hacerlo apoyándose en consultoras externas. De hecho, el directivo ya trabaja con KPMG en diseñar la vuelta de calcetín de la nueva Correos.
Se trata de dos formas de ver el negocio que provocan fricciones entre Saura y Ramírez. De momento, se puede decir que no gana ninguno y ganan los dos. Ramírez sigue contratando consultoras para planes concretos de la compañía, pero no lo hace al ritmo de la época de Serrano.
Gasto en consultoras
Fernando Ramírez llegó hace poco más de dos años a Correos, cuando quien se sentaba en el sillón presidencial era Juan Manuel Serrano, amigo del presidente del Gobierno tras ejercer como jefe de Gabinete en los peores momentos de Sánchez, cuando este tuvo que dimitir como secretario general tras perder la votación para celebrar primarias en el PSOE.
Con Serrano a los mandos de Correos la corporación ha perdido 1.200 millones de euros. Por ese motivo, en 2022 la SEPI decidió colocar a un hombre de confianza dentro de la corporación. Su objetivo era monitorizar lo que estaba sucediendo. Ese hombre fue Ramírez, quien ahora busca ajustes rápidos apoyándose en consultoras.
La contratación de consultoras externas ha sido habitual en la época de Serrano. El primero de los contratos fue encargado a Deloitte a finales de 2019 bajo el concepto "Contratación del servicio de Consultoría para la elaboración del documento Plan Estratégico de Correos 2020-2023". Correos registró pérdidas de 105, 6 millones de euros en 2021. En marzo de ese mismo año volvió a contratar a Deloitte para la actualización de dicho plan estratégico. En 2022 duplicó pérdidas, hasta los 217 millones de euros.
Otro contrato fue firmado con KPMG para la "Contratación del servicio de consultoría para la elaboración de un plan de acción que busque eficiencias en la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos S.A., S.M.E.". Los resultados de la entidad correspondientes a 2023 aún no han sido publicados. Por último, hace pocos meses se firmaron otros dos contratos por valor de unos 400.000 euros cada uno para asesoría.
En total se han cerrado cinco contratos con Deloitte por valor de 2 millones de euros, 842.260 euros, 338.800 euros, 119.185 euros y 71.338 euros respectivamente. Fue la consultora en la que Correos puso toda la carne en el asador. También firmó cuatro acuerdos con KPMG por 363.000, 65.550 euros y otros dos más de unos 400.000 euros cada uno recientemente. Uno para establecer la estrategia de la compañía y otro para asesoria de cara al convenio. También rubricó otros dos con PwC por 260.150 euros y 224.455 euros.