Telefónica, Vodafone y MasOrange buscan consolidar sus proyectos en 2025 tras un año en el que han dinamitado el sector por sus movimientos empresariales. Fusiones, cambio de dueños y la entrada del Estado y de otros inversores de calado hicieron de 2024 que abrió una nueva etapa en las telecomunicaciones de España.
Por eso, las principales compañías se han puesto como deberes voltear la situación de un mercado mermado por las escasa rentabilidad de sus negocios y una batalla encarnizada por el robo al cliente, un sector en el que Digi ha vuelto a destacarse como el gran líder.
La compañía rumana ya tiene en su base de clientes más de ocho millones y las perspectivas de la compañía es llegar en los próximos trimestres a la cifra icónica de los 10 millones de clientes. La estrategia de precios bajos y una actividad comercial frenética le ha servido para mirar a los ojos de Telefónica, Vodafone y MasOrange.
Las cifras de Digi también van en la buena dirección. A falta de que cierre el año y cerrar cuentas anuales, la operadora acturó 571,7 millones de euros en España en los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 22,8% respecto al mismo periodo del año anterior. En el tercer trimestre del año, ingresó 202,7 millones, un 22,1% más. La filial española, que ya representa el 40,5% de los ingresos totales del grupo rumano Digi Communications, obtuvo hasta el 30 de septiembre de 2024 un beneficio bruto operativo (ebitda) de 132,8 millones de euros.
Las previsiones para la empresa de telecomunicaciones son más que alentadoras y Digi espera terminar en números negros en 2024, después de dos años en pérdidas. De cara a 2025, las perspectivas vuelven a ser las mejores con el firme propósito de rebasar los nueve millones de clientes y continuar en beneficios.
Telefónica: de la entrada de STC a recuperar terreno perdido
Mientras Digi marca el camino de portabilidades, Telefónica intenta recuperar el terreno perdido. Más aún cuando se consumó la fusión entre MásMóvil y Orange, que relegó a la operadora dirigida por José María Álvarez-Pallete a ser la segunda compañía por número de clientes.
Pero más allá de su posición en el mercado español, Telefónica ha de resolver varios interrogantes dentro de su sede. La primera de ellas es hacer hueco en el consejo de administración a STC, operadora de Arabia Saudí que ya cuenta con un 9,98% del capital social de la empresa. Este movimiento provocará un encaje de bolillos para confeccionar el nuevo órgano ejecutivo pues deberá refomularse, una vez que los saudíes soliciten su plaza.
Conviene recordar que tras la muerte de Javier Echenique se abrió una vacante en el consejo de administración, que podría suplir STC. No obstante, Pallete ha de ir amoldando el órgano a las directrices de la CNMV y dar entrada a una mujer para cumplir con la ley de paridad.
Vodafone resurge de sus cenizas
Vodafone, por su parte, plantea el próximo año como el de consolidación. Tras el cambio de manos, Zegona fió el futuro de la compañía a José Miguel García. El veterano directivo ha cogido las riendas con fuertes ajustes y sin titubear para que la compañía vuelva a competir con las grandes operadoras españolas.
Las portabilidades tocaron suelo en la segunda mitad del año, pero parece haber encontrado la fórmula con precios asequibles y una oferta mayor que la anterior. No obstante, Vodafone es la que más líneas ha perdido en todo el año 2024: 515.000 en total, una pequeña reducción respecto a los 602.000 que perdió el año 2023. La compañía adquirida por el fondo Zegona poco antes del verano se ha dejado 411.000 clientes móviles y otros 104.000 de líneas fijas de banda ancha.
MasOrange, a cerrar el ERE
Por último, MasOrange, que aún está asimilando su fusión está a la espera de poder cerrar el ERE. La compañía, al igual que Vodafone y Telefónica, iniciaron un expediente de regulación de empresas y la empresa dirigida por Meinrad Spenger es la única que aún no lo ha cerrado.
A nivel empresarial, la operadora intentará defender con uñas y dientes su posición de número en cuanto a número de clientes y velar por sus intereses. Sin ir más lejos, Spenger fue crítico con el Gobierno puesto que considera que tiene un trato de favor regulatorio hacia Telefónica, una vez que entró en el accionariado de Telefónica.
Reducir costes con acuerdos
Las operadoras afrontan 2025 con la firme intención de intentar mejorar la rentabilidad. Para ello, han de ahorrar costes. Si en 2024 se optó por recortar en plantilla, el nuevo año será la consolidación de los grandes acuerdos mayoristas.
Por ejemplo, MasOrange y Vodafone España alcanzaron el pasado jueves 19 de diciembre el acuerdo definitivo para la constitución de la compañía conjunta de fibra óptica mayorista (una Netco o Fiberco, denominada Surf internamente).
Telefónica y Vodafone también acordaron los términos para la creación de una sociedad conjunta de prestación de servicios de fibra óptica. La FibreCo cubrirá aproximadamente 3,6 millones de unidades inmobiliarias y permitirá a ambas partes maximizar el uso de la red FTTH actual, así como capturar eficiencias, tanto de la red existente como de sus futuras evoluciones tecnológicas, permitiendo ofrecer los mejores servicios a sus clientes.
Además, Telefónica y MasOrange cerraron el acuerdo de compartición de fibra óptica hasta el hogar (FTTH por sus siglas en inglés) por el que la segunda tendrá acceso a la infraestructura de red.