La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Guadalajara ha dejado en libertad pero siguen como investigados a Cristian Borja y David, dos de los detenidos por el triple crimen de Chiloeches, según informan fuentes judiciales a Vozpópuli. Ya solo queda en prisión por estos hechos, Fernando, el autor confeso del triple asesinato, que manifestó que fue a la casa a robar pero acabó apuñalando a la familia Villar Fernández.
La Guardia Civil de Guadalajara detuvo por el triple asesinato a Fernando, Cristian Borja, David y Windy. El primero de estos jóvenes confesó el crimen y cuando fue arrestado por los agentes aún tenía heridas en sus brazos y piernas a consecuencia de la espiral de violencia con la que acabó con la familia Villar Fernández. Windy fue la única que no entró en prisión por estos hechos aunque quedó en libertad con medidas cautelares.
Ahora, ha quedado en libertad Cristian Borja, que era la pareja de Laura, la hija que fue una de las víctimas del ataque. Cristian Borja afirmó que seguía manteniendo una relación sentimental con Laura, a pesar de la orden de alejamiento por un episodio de malos tratos que tenía en vigor. Reconoció que su novia había desvelado a sus amigos, Fernando y David, que su padre tenía una colección de relojes en su casa y había recibido 30.000 euros por la venta de una casa en su pueblo. Este comentario generó una discusión entre ambos pues desconfiaba de estas personas.
El sumario del triple crimen de Chiloeches
También ha salido de prisión David, amigo del asesino con el que mantuvo conversaciones la noche del triple crimen de Chiloeches y fue captado por las cámaras de seguridad en las inmediaciones de la urbanización. Este joven afirmó que no sabía las intenciones de Fernando.
El sumario del asesinato de la familia Villar Fernández en Chiloeches refleja la espiral de violencia que se vivió esa madrugada del 14 de abril en su casa de la Urbanización Medina Azahara. La magnitud del triple crimen quedó plasmada en las piernas y los brazos del presunto asesino Fernando que tenía cortes. Intentó destruir las pruebas provocando un incendio. Sin embargo, dejó por el camino el arma homicida. También fue intervenido en el registro de su habitación del hostal en Daganzo la colección de relojes que robó de la casa: uno de ellos tenía la imagen de uno de los seres queridos del matrimonio asesinado.
El atestado de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Guadalajara muestra que los agentes tuvieron el nombre de los presuntos responsables pocas horas después del triple asesinato de Ángel, Elvira y Laura. Las cámaras de seguridad captaron como David dejó a su amigo Fernando en el exterior de la valla de la urbanización de Chiloeches.