El Ayuntamiento de Madrid no ha tenido más remedio que prorrogar la duración del contrato que tenía con FCC para la recogida de residuos urbanos en grandes distritos de la ciudad, después de que la licitación para un nuevo acuerdo quedara desierta a finales del pasado año. A instancias del entonces concejal de Medio Ambiente, Antonio de Guindos, el Consistorio emitió un pliego de condiciones que incluía un descuento medio en el precio del 20%. El resultado, ya conocido, es que el concurso quedó desierto porque ningún grupo lo consideró rentable. Lo barato ha terminado por salir caro y el adjudicatario inicial, FCC, proseguirá prestando el servicio a los precios de antes.