Hay decenas, incluso más de un centenar, de formas diferentes de conocer Galicia. Siguiendo la ruta de los faros gallegos, adentrándose en los senderos de sus montes, parando en cada puerto, diseñando una ruta por la espectacular Galicia interior, visitando los cruceiros con más historia, sumergiéndose en sus bosques mágicos... Cada una de ellas consigue sorprender sin mucho esfuerzo. Y algunas, con todas las letras. Entre estas últimas hay una variante del turismo rural que está ganando muchos adeptos: la de “pazear”. Quizá porque alojarse en un pazo asegura una buena combinación: historia, arquitectura, entorno único y relax. Estos son algunos de los pazos gallegos con los que os parecerá estar tocando las puertas del cielo.