Al mismo tiempo que los socialistas contactan con el separatismo y alivian la presión sobre ellos, en Cataluña se agrede, se sabotea, se insulta y se margina a personas y partidos constitucionalistas. El acoso y derribo en calles, plazas, universidades o ayuntamientos es la realidad cotidiana que se vive aquí

El nuevo gobierno, con aplastante mayoría de mujeres,  empieza a cuajar cuando Pedro Sánchez decidió que el 8-M no había pasado en balde, y que había llegado la hora de empezar a pensar en femenino