La Agencia EFE ha buscado durante los últimos años varias fórmulas para rejuvenecer su plantilla, pero los problemas presupuestarios y la burocracia han retrasado este plan una y otra vez. Hace unos días, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) anunció a los directivos de esta empresa pública la aprobación de un programa de prejubilaciones 'bonificadas' y jubilaciones forzosas que abrirá la puerta a la contratación de profesionales más jóvenes.
El proyecto está pendiente de publicación en el Boletín Oficial del Estado, pero se prevé que esto ocurra en las próximas semanas. A partir de ahí, se esperan varias decenas de salidas en EFE y la incorporación de nuevos perfiles profesionales que adapten a esta agencia pública a las exigencias de las agencias de información contemporáneas, mucho más centradas en el periodismo multimedia.
En el borrador de este plan, al que ha tenido acceso Vozpópuli, se expresa que los trabajadores que cuenten con más de 10 años de antigüedad en EFE podrán solicitar su desvinculación voluntaria a partir de los 62 años, “teniendo derecho a una indemnización” de 2.083,33 euros brutos por cada mes que les falte para alcanzar los 65 años, “sin que en ningún caso el importe resultante pueda superar el límite máximo de 50.000 euros brutos. Es decir, el equivalente a 24 mensualidades.
“En función de las circunstancias productivas y organizativas, la empresa podrá aceptar las solicitudes, denegarlas o acordar con el solicitante una fecha (de salida) distinta”, apunta el documento.
También podrán acogerse a este plan las personas que se hayan empleado durante más de cinco años en la agencia y cumplan los requisitos legales que son necesarios para acceder a la jubilación anticipada.
Jubilaciones forzosas a los 68 años
El proyecto aprobado por la SEPI –basándose en el artículo 10 del Estatuto de los Trabajadores- añadirá al convenio un punto por el que será obligatoria la jubilación a los 68 años siempre que los trabajadores reúnan “los requisitos exigidos por la normativa de Seguridad Social para tener derecho al cien por ciento de la pensión ordinaria de jubilación en su modalidad contributiva”.
Esta medida estará vinculada al “relevo generacional a través de la contratación indefinida y a tiempo completo de, al menos, un nuevo trabajador por cada extinción de contrato” que se produzca como consecuencia de las prejubilaciones y jubilaciones. Es decir, al igual que ocurre en Radiotelevisión Española con el plan de similares características que tiene en vigor, la plantilla de EFE no disminuirá una vez se aprueben estas modificaciones del convenio.
EFE cuenta actualmente con alrededor de 1.100 trabajadores. Según el último informe de cuentas que figura en su web, dispone de una red de 16 delegaciones, 5 subdelegaciones y 9 oficinas permanentes en España; y 43 sedes en el extranjero.
La Comisión Europea reconoció en 2016 que EFE presta un Servicio de Interés Económico General (SIEG), lo que, en teoría, ayudaría a dotarle de una mayor estabilidad presupuestaria. En la práctica, las dificultades económicas de la agencia se han mantenido, lo que le ha restado competitividad en el complejo panorama informativo actual.
EFE ha recibido durante los últimos años una partida de 53,9 millones de euros por parte de los Presupuestos Generales del Estado. Algunos de los anteriores presidentes de la agencia han criticado en sus comparecencias parlamentarias lo escasa que es esta asignación en comparación con la que reciben algunos de sus competidores internacionales, como AP o AFP.
Próximamente, está previsto que la SEPI conceda luz verde al plan estratégico con el que EFE pretende incrementar su competitividad en el futuro, tras años de dificultades. El propósito de este programa es mejorar la situación económica de una agencia que el año pasado perdió 14 millones de euros, frente a los 9 millones de 2021, los 11,2 millones de 2020, los 8,8 de 2019, los 6,1 de 2018, los 13,17 de 2017, los 9,8 de 2016; y los 7 millones de 2015.
