Hace tiempo que Sánchez y sus aliados le declararon la guerra a Dios y a la sólida tradición cultural, política y espiritual que constituye el corpus de Europa
Comenzó Aldama por una recreación del último acto de “Don Giovanni”, reconvirtiéndolo en un aria de belcantismo delicado emanado de su gentil métrica y prosa
Don Felipe sabía a lo que iba. Sánchez, también. Por eso el cobarde presidente ya no va a ningún sitio solo si puede ampararse tras el escudo del monarca