Con el 2015 ya en marcha y con los buenos propósitos de comienzo de año que, no nos engañemos, por enésima vez quedarán en el cajón de las buenas intenciones, he pensado que es mejor dar un cambio de aires y, al menos, cumplir con el propósito de vivir. ¿Te apuntas?

Euskadi es el paraíso para cualquier surfero y una grata experiencia para los que todavía no se han adentrado en el mundillo. Aquí os proponemos una ruta de cuatro días para pasarlo a lo grande surfeando…

Da igual la edad, la procedencia o el sexo: cada verano, una legión de entusiastas novatos de todos los perfiles imaginables se empeña en aprender uno de los deportes más espectaculares del mundo con la idea de llegar algún día a surcar los mares sobre una tabla.

Hossegor huele a surf nada más llegar. Estamos en un pequeño rincón donde la cultura de este deporte ha calado tan hondo que ya resultan inseparables. Es imposible entender este pueblo sin las olas, y los apasionados de este deporte sueñan con este destino. A escasa media hora de la frontera entre España y Francia, en la región de Aquitania se sitúa la que es considerada como la mejor ola de Europa para practicar surf. Cada mes de octubre recibe a los mejores surfistas del mundo en una de las diez etapas del circuito profesional y una marea de surfistas, viajeros y curiosos llenan hasta la bandera este pueblo costero.

La tienda National Geographic, emplazada en el número 74 de la madrileña Gran Vía, acogió en su serie de coloquios Encuentros Nómadas una conferencia ofrecida por un auténtico trotamundos a la altura de grandes exploradores como Ben Saunders o Jacques Yves-Cousteau: el surfista y aventurero Kepa Acero (Algorta, 1980).

La buena fama de nuestras playas entre la comunidad surfera internacional no es casualidad. España alberga en sus costas varias de las mejores olas de Europa para la práctica del surf. Desde las islas Canarias, hasta la costa norte de la península, la oferta de olas surfeables es amplísima.