La terminal 4 del aeropuerto madrileño se inauguró hace justamente diez años con el propósito de solventar los problemas de espacio de una infraestructura que se había quedado pequeña. A lo largo de esta década, en la que se han registrado cifras récord tanto en lo positivo como en lo negativo, Barajas presenta una media de pasajeros que supera en apenas un 2,7% las cifras del último año sin T4. Un resultado que no se corresponde con los más de 6.000 millones de euros de inversión que se comprometieron en ella.