El pan forma parte de la cultura española. En nuestro país, sobre todo, tomamos todo con este alimento: las tostadas del desayuno, el pinchito de media mañana, el que acompaña la comida, el bocadillo de la merienda y el que moja la yema del huevo en la cena.
A estas alturas de la película sabemos que el blanco no es del todo sano, y que es mejor elegir otros más saludables, como el integral, ¿no? Pero ¿y si sería mejor prescindir de este alimento? ¿Y si en realidad no hay ningún pan bueno?
Esto es lo que defienden los creadores de las dietas cetogénicas, aunque no es del todo cierto, ya que cualquier alimento en su justa medida es saludable. No obstante, se ha demostrado que el consumo de pan nos hace engordar.
El peso exacto que adelgazarías en una semana si dejases de comer pan
Cada persona es un mundo y por ello cada uno adelgaza a un ritmo y de una determinada manera. Sin embargo, y como guía, vamos a echar mano del testimonio de la periodista Danielle Page , quien ha revelado en en The Ladders cuánto adelgazó tras dejar de comer pan durante una semana y cómo fue su proceso.
Ella asegura que solía comer pan todos los días y en porciones normales. "Cuando dejé el pan durante una semana noté efectos interesantes en mi cuerpo", afirma antes de revelar que el día 1/7 lo pasó bien hasta la llegada de la tarde: "Me salté el pan del desayuno y en su lugar comí dos huevos y fresas. (...) Lo peor fue a las 16 horas, cuando me dio mucha hambre y cené temprano".
El segundo día se despertó con hambre, así que se hizo salchichas con huevos y fruta para desayunar. Para la comida, tomó pavo con lechuga y tomate, y para la cena más pavo y judías. Todo en orden.
El tercer día fue "extraño": Estaba cansada y no podía obligarme a ser productiva. Comí el mismo almuerzo que el día anterior, pero sentía que necesitaba una siesta. Investigué un poco y descubrí que la razón por la que me sentía así era porque mi cuerpo estaba acostumbrado a descomponer el pan que había estado consumiendo en glucosa, lo que aumenta los niveles de energía. Ahora que no tenía eso como fuente de energía, mi cuerpo tuvo que aprender a depender de los carbohidratos complejos que había estado comiendo, como las verduras y frutas".
El cuarto día fue más o menos igual, y el quinto y sexto "sentía que tenía la gripe": "No tenía apetito, apenas desayuné y estaba realmente cansada, con dolor de cabeza y náuseas".
Al séptimo día, Danielle se subió a la báscula y descubrió el peso que había perdido: "Había adelgazado poco más de medio kilo. No me parecía justo después de lo que había pasado".
En realidad, perder medio kilo a la semana está francamente bien, y se puede conseguir sin cortar tan de pronto los hidratos simples como el pan. Danielle estaba muy acostumbrada a ingerir este alimento y a que su cuerpo funcionara gracias a él, y eliminarlo de raíz fue lo que le produjo efectos secundarios no muy agradables.
¿El pan realmente engorda?
En comparación con otros alimentos como las frutas y verduras, el pan es relativamente bajo en nutrientes esenciales. Además, es alto en calorías e hidratos de carbono, y a la vez bajo en proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales.
Además, tiene muchas calorías. Una sola rebanada de pan, depende de qué tipo sea, tiene la siguiente carga energética:
- Pan blanco: 67 calorías, 1 gramo de grasa y 13 de hidratos.
- Pan integral: 92 calorías, 2 gramos de grasa y 17 de hidratos.
- Pan de masa madre: 93 calorías, 0,6 gramos de grasa y 18 de hidratos.
Como vemos, si nos tomamos en una comida dos rebanas de pan integral, que en teoría es sano, estaremos añadiendo a nuestro balance nada menos que casi 200 calorías y más de 30 gramos de hidratos.
El problema de los hidratos de carbono es que el cuerpo los transforma en glucosa, lo que aumenta el nivel de azúcar en sangre, lo que te hace comer más al descender de pronto tu energía.
De hecho, numerosas investigaciones sugieren que comer alimentos con un índice glucémico alto, como el pan, incrementa el apetito y te hace ingerir más cantidad de alimentos durante el día.
Conviene moderarlo y elegir bien
Aunque podemos comer pan con tranquilidad, en realidad no es un alimento que nos haga demasiado bien. No obstante, si escogemos un pan saludable, podemos tener algunos beneficios.
El pan más saludable es aquel que contiene más grano y el que esté compuesto por 100% harina integral; para comprobarlo deberás mirar la etiqueta del envase o preguntar a tu panadero.
Si tienes que elegir uno para consumir, que sea alguno de estos tres:
- Pan de centeno: compra el que no lleve aditivos; es el pan que más fibra y nutrientes tiene, y es una potente fuente de hierro y vitaminas B.
- Pan de trigo integral: comprueba que sea con grano entero y que la harina también sea de trigo.
- Pan de avena: dispone de fibra soluble, muy buena para reducir el colesterol.
Y esto es todo, lector. Como siempre, la clave está en la moderación.