Tener una cita es un momento divertido, pero cada vez son más las personas que se plantean ciertas 'banderas rojas' que no están dispuestos a asumir y que hacen que una segunda cita se complique. La política forma parte de nuestra vida, queramos o no… y también cuando se trata de hablar de relaciones de pareja o de amor.
Inconscientemente, nos juntamos a personas con las que compartimos valores e ideología. Sin embargo, la gran pantalla romantiza los polos opuestos y pone el foco en la atracción y la pasión de los que son completamente distintos. Pero, ¿funciona esto en la realidad y más específicamente, cuando hablamos de ideologías políticas completamente distintas?
Adopte ha querido poner el foco en esta problemática a través de una encuesta para descubrir hasta qué punto es importante la política en una relación para los españoles. Te contamos qué piensa la gente sobre si hablar de política o las ideas políticas son clave en una posible relación de pareja.
¿Tema tabú en una cita?
Cuando tienes una primera cita con alguien que te gusta y que potencialmente puede ser tu pareja, ¿te apetecería hablar de política casi sin conocerle? Esta duda se la plantean muchas personas y son muchas además las que no quieren ni oir hablar de políticos, partidos y demás durante una cita romántica en la que se está conociendo a alguien.
La política es un tema que, preferiblemente, los españoles no desean tocar a la hora de conocer a alguien, como lo corrobora el 73 por ciento de los encuestados. A un 19 por ciento le gusta abordarlo pero teme originar conflictos, y un ocho por ciento considera que este primer encuentro es la mejor oportunidad para hacerlo.
Si la cita no va bien, no fuerces nada. Foto: Pixabay.
La ideología, ¿atrae? Siendo la ideología un factor de la personalidad de cada uno tan presumiblemente “intenso”, sería lógico pensar que esto puede atraer o rechazar a personas con la misma intensidad. Así, a un 29 por ciento de los españoles le parece increíblemente atractiva una persona políticamente comprometida, frente a un 34 por ciento que prefiere no tener una relación donde la política se viva de esta forma.
En cuanto a la importancia de la política a la hora de conocer a alguien, los sentimientos están bastante divididos: un 56 por ciento cree que es un factor fundamental y un 45 por ciento no lo considera esencial. Para hacerle la tarea fácil a esas personas a las que les parece importante, a un 60 por ciento de los encuestados le gustaría contar con un filtro en las app de citas donde poder limitar sus posibles romances según las preferencias políticas de cada uno. En la otra cara de la moneda, al 40 por ciento no le parece un filtro relevante cuando piensa en conocer al amor de su vida.
El amor no puede con todo
Aunque los polos opuestos se atraigan y las novelas románticas vendan la idea de que el amor puede superar todos los obstáculos y solucionar todas las diferencias, la realidad no es así. De hecho, un 81 por ciento de los encuestados cortaría la relación por lo sano por discrepancias en cuanto al pensamiento ideológico de su pareja, sobre todo si éste es muy radical.
Sólo un 19 por ciento considera que la política no resulta un factor tan decisivo en la relación de una pareja como para cortar con ella. En este sentido, un alto porcentaje, el 81 por ciento de los españoles, tiene claro que no cambiaría su ideología política por amor, aunque un 17 por ciento se mantiene abierto a la posibilidad y un pequeño dos por ciento se adaptaría al pensamiento político de su pareja por amor.
Para que una relación consiga perdurar en el tiempo, contar con una ideología similar resulta esencial para el 23 por ciento de las personas. Sin embargo, el 41 por ciento considera que se puede estar en una relación sana aunque las dos personas piensen distinto, pero solo y cuando no sean radicalmente opuestos y no se creen constantes discusiones sobre esto. Por último, el 36 por ciento se mantiene positivo y apuesta por otros valores más importantes en la relación, restándole importancia al pensamiento ideológico.
Cómo triunfar en la primera cita
Triunfar en una primera cita no siempre es fácil y habrá muchas ocasiones en las que tú no quieras volver a saber de esa persona o viceversa. Hacer ‘match’ puede ser fácil, pero luego al conocer bien a la otra persona esa conexión puede desaparecer o descubrir que no tienes tanto en común como quizá parecía en un primer momento.
En una cita, trata de ser honesto desde el principio. Foto: Pixabay.
Antes de que llegue el momento de la cita, prepárate, pero no te obsesiones. Ten en mente algunos temas interesantes para charlar, pero trata de ser natural y nada impostado. Opta por elegir un lugar donde los dos os sintáis cómodos, y quizá evita lugares demasiado ruidosos o íntimos para una primera cita. Vístete de una manera que refleje tu personalidad y te haga sentir seguro y cómodo.
Durante la cita, sé auténtico, no intentes impresionar exagerando. La sinceridad es clave para conectar genuinamente. Muestra interés en lo que te dice la otra persona y haz preguntas para profundizar la conversación. Deja hablar al otro y hazle partícipe de la conversación. Sonríe, mantén contacto visual y evita cruzar los brazos para mostrarte abierto. Asegúrate de equilibrar el tiempo hablando y escuchando.
En una primera cita, trata de ser positivo y de no contar sólo las cosas malas que hay en tu vida o experiencias negativas que hayas vivido. Deja los temas más personales para más adelante y tampoco hables demasiado de otras parejas que hayas tenido. Hay que mirar al futuro y no al pasado.
Los silencios tampoco son malos, no te agobies por sacar un tema de forma obligada. Si estás algo nervioso, una respiración consciente te ayudará a relajarte antes de comenzar la cita. No fuerces nada, deja que todo fluya. Si no funciona, habrás pasado un buen rato. Recuerda que no tienes nada que perder.
Cuando termine la cita, sé honesto de nuevo y si lo has pasado bien, díselo. Si ves que ha habido química, no dudes en decirle si le apetece quedar otro día. Si es la otra persona la que te lo dice, sé claro y dile si de verdad quieres volver a verle o si por el contrario es mejor que lo dejéis ahí.