España

El gran desafío militar de España en el mundo: blindar el flanco este sin olvidar su "frontera avanzada" en el sur

El año entrante se presenta como un año de desafíos militares para España, ante la creciente inestabilidad en el Sahel y los desafíos con la OTAN

  • Militares españoles en Irak -

Mientras los ojos del mundo están puestos en Oriente Medio y en el flanco este de la Unión Europea, un desafío creciente se extiende por una de las principales áreas de influencia de España: los mercenarios a las órdenes de Vladimir Putin ganan peso en el Sahel, coincidiendo con el repliegue militar de la Unión Europea, las consecuencias de los desequilibrios naturales y la -hasta ahora- imbatible sombra yihadista. A corto plazo, el gran reto militar al que se enfrenta nuestro país en el mundo se centra en tender puentes en África sin desatender los compromisos suscritos con la OTAN en las fronteras con Rusia.

Basta con comparar sendos mapas de las misiones militares de España en el exterior en los cierres de 2023 y de 2024 para apreciar una diferencia significativa: la reducción de tropas en África y el creciente peso del flanco este de la OTAN. Ambas circunstancias están marcadas por las estrategias desarrolladas por la Unión Europea, en primer lugar, y por la Alianza Atlántica, en segundo. Y, en ambos casos, las decisiones adoptadas desde Moscú son clave.

¿Cómo puede afectar una misma guerra a dos ámbitos geográficos tan distantes como lo son el este de Europa y el Sahel africano? Yevgueni Prigozhin, fundador del grupo Wagner, cambió el equilibrio de poderes cuando orientó sus tropas rumbo a Moscú en un claro desafío militar a Vladimir Putin. Los acontecimientos posteriores son de sobra conocidos: el líder de los mercenarios moriría en un accidente aéreo junto a los comandantes Dmitri Utkin y Valery Chekalov, mientras que la compañía de contratistas quedaría sin un liderazgo definido.

El episodio marca a su vez un hito en África. Porque Wagner, de forma progresiva, se había convertido en báculo de varios gobiernos del Sahel que viraban hacia la militarización. Las ventajas para estos presidentes de uniforme eran claras: obtenían apoyo militar en la lucha contra el terrorismo yihadista y el crimen organizado a cambio de la explotación de recursos.

"La frontera avanzada"

Un precio ridículo, a su juicio, para obtener beneficios inmediatos, en contraposición a las misiones militares desplegadas por la Unión Europea, que apostaban por la instrucción de los ejércitos oficiales y el fortalecimiento de las estructuras de Defensa en la región para que ellas mismas asumieran a medio o largo plazo la lucha contra estos desafíos. El pulso tuvo un resultado evidente. Bruselas optó por echar el cierre a algunas de sus misiones militares en la región. El ejemplo de Mali -con claro músculo español- es uno de los más evidentes.

Los tentáculos de Putin en la región ya no llevan el sello de Wagner tras la caída en desgracia de Prigozhin y compañía; sino el de Africa Corps, una entidad de evidentes paralelismos con la anterior, pero bajo una mayor dependencia de mando de Moscú. Rusia combina el envío de fuerzas y capacidades con campañas de desgaste contra la Unión Europea. Los éxitos militares, no obstante, brillan de momento por su ausencia. Y las actuaciones de los mercenarios están salpicadas de polémicas y acusaciones de violaciones de derechos humanos.

Edificio del Grupo Wagner en San Petersburgo.

Los expertos no dudan en calificar el Sahel africano como la “frontera avanzada” de España. A pesar de las complejas circunstancias, nuestro país trata de mantener una línea de contacto directa con estos países. A las consabidas misiones militares en Senegal, República Centroafricana, Somalia y Yibuti hay que sumar las actividades de seguridad cooperativa con Senegal o Mauritania, entre otros. Asimismo, España está dispuesta a abrir nuevas vías de colaboración con Mali tras el repliegue de la Unión Europea. Todo ello, con una Francia en clara retirada.

OTAN y Oriente Medio

Terrorismo yihadista, mercenarios de Putin, crimen organizado y desafíos climáticos alimentan un cóctel complejo, que a su vez alimenta flujos migratorios irregulares. Fuentes militares consultadas por Vozpópuli, no obstante, recuerdan que el objetivo de España es no perder el paso en una región de interés principal.

No será fácil. Porque España ya ha aumentado sus capacidades en el flanco este de la OTAN, en el refuerzo militar que responde a la invasión de Rusia sobre Ucrania. Por tierra, mar y aire hay contingentes en Letonia, Eslovaquia, Rumanía, Eslovaquia, mares Mediterráneo, Báltico y del Norte y, con despliegues periódicos, en los cielos bálticos o en Estonia. Un incremento significativo no sólo en escenarios, también en responsabilidad: cabe recordar que España lidera la misión de la OTAN en Eslovaquia.

Un músculo militar que también se reparte por Oriente Medio. España también encabeza el despliegue de 10.000 cascos azules de la ONU en el Líbano, mientras que personal de Operaciones Especiales sigue instruyendo a las tropas iraquíes, sin olvidar la batería antimisiles desplegada en Turquía ante las inestabilidades de Siria. Mientras, en territorio nacional se forma a miles de soldados ucranianos que combaten contra las tropas de Putin, y en el Índico se combate contra la piratería.

Así, España arranca un nuevo año con el desafío militar de estrechar lazos con su “frontera avanzada” del sur sin desatender sus despliegues en el flanco este de la OTAN. Un desafío sin precedentes ante un mundo multipolar.

Un militar español en la base de Koulikoro, en el marco de la misión EUTM Mali

 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli