La sociedad encargada del desarrollo de los terrenos en el entorno de la estación del AVE de Zaragoza vuelve a la carga por cuarta vez para intentar colocar dos parcelas urbanizables e intentar evitar la quiebra y el consiguiente perjuicio para el Ayuntamiento, el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Fomento. Las anteriores subastas siempre han arrojado el mismo resultado: desierto.