El auto de Luis Aláez, que se refiere a la “conducción indebida” del maquinista Garzón Amo como “causa esencial”, desautoriza las intervenciones de Gómez-Pomar y Ferre en el Congreso al haber “existido omisión de cautelas elementales” de los que “tienen que garantizar la seguridad ferroviaria”. La cascada de peticiones de dimisión llega al PP y deja en evidencia la actitud del PSOE.