Una de las dos leyes que el Parlament, controlado por Junts pel Sí y la CUP, quiere sacar adelante en el plazo de un mes es la de Hacienda. Con ella se pretenden dar los pasos necesarios para crear de iure una Hacienda catalana. Sin embargo, e incluso aunque se decidiera desobedecer al Tribunal Constitucional que la anularía, de facto una Hacienda catalana enfrentada a la española es inviable, según los inspectores y técnicos consultados. Para empezar habría una “guerra de embargos” de las cuentas bancarias en la que la Agencia catalana tendría las de perder.