El sargento jefe del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Alzira (Valencia) ha sido suspendido en funciones durante cinco días por "insultar y amenazar" a subordinados a través de mensajes de 'whatsapp'. "Estoy harto de mandar un destacamento de llorones rastreros, mentirosos y falsos, estoy harto de pedigüeños, que no hacen su trabajo ni a un 20 por ciento de su capacidad", decía uno de los mensajes.

Arrecian las críticas al Gobierno por sus excesos a la hora de fijar las multas por infracciones graves. Más allá de la 'Ley Mordaza', hay sectores como el eléctrico donde las sanciones rozan el esperpento. Según la nueva normativa, aún en proceso parlamentario, tener en casa placas solares no registradas legalmente podría acarrear una multa de entre 6 y 60 millones de euros, por considerarse infracción muy grave, como también lo es una fuga nuclear, cuya pena máxima serían 30 millones.

La FIA ha convocado una reunión en el circuito de Montmeló con los jefes de todas las escuderías de Fórmula 1 para estudiar la implantación de un nuevo modelo de sanción a los pilotos que cometan infracciones. La idea es poner en marcha una especie de carné por puntos que podría acarrear suspensiones. Los afectados prefieren esto a seguir pagando multas.

La Comisión Estatal contra la Violencia en el Deporte sanciona a aficionados de ambos equipos con castigos que van desde los 3.500 a los 10.000 euros. A todos ellos les prohibe además acceder a estadios deportivos entre seis meses y dos años. También castiga a la Federación Española de Fútbol con 3.001 euros por no impedir el acceso de una bengala. 

Actividad frenética la que estos días despliega Pere Navarro Olivella, aún mandamás de la Dirección General de Tráfico (DGT),  presa del ansia viva, que diría el genial José Mota. ¿Acaso prepara un nuevo carné por puntos, o quiere reducir la velocidad a 80 por hora en las autopistas, para mejorar la siniestralidad? No. A Pere no lo quedan fuerzas sino para intentar mantenerse en el machito.

Canadá se retirará del Protocolo de Kioto contra el cambio climático, según ha confirmado este lunes el ministro de Medio Ambiente del país norteamericano, Peter Kent, quien ha admitido que, en época de crisis económica, no pueden permitirse pagar las multas que conlleva el incumplimiento en el recorte de las emisiones, de unos 14 millones de dólares canadienses (10,3 millones de euros).

Así, las previsiones de ingresos por multas en el año 2012 ascienden a 200,25 millones de euros, de los cuales 3,17 millones se derivan de infracciones urbanísticas, otros 10,25 millones de infracciones tributarias, 175,95 millones por infracciones de tráfico y otros 10,88 millones por otro tipo de infracciones.Además, también se incluye una previsión de ingresos de 7,77 millones de euros por la retirada de vehículos de la vía pública por parte de la grúa municipal, a los que habría que añadir otros 16,82 millones del depósito de vehículos de la capital.