Comienza definitivamente la cuenta atrás para el fin de Muface. Este próximo martes 5 de noviembre termina el plazo de las aseguradoras para dar una respuesta a la propuesta del Gobierno de subir la prima al 17,1%. Y la situación está, a pocos días de que se termine el tiempo, muy lejos de aclararse. Ante la posibilidad de que las aseguradoras no acepten la propuesta, a la que califican de "insuficiente", los funcionarios ponen contra las cuerdas al Gobierno y amenazan con tomar las calles para 'salvar' la sanidad de 1,5 millones de funcionarios.
Así lo han transmitido fuentes sindicales de los funcionarios en conversaciones con Vozpópuli, que han asegurado que harán "todo lo posible" por conseguir que se renueve el convenio. "Si esto significa que tendremos que movilizarnos en todas las comunidades, lo haremos. Estamos muy preocupados por el futuro de Muface, que asegura la sanidad de miles de españoles. Están dejando morir el sistema de mutualismo administrativo por inanición. No puede ser que la salud dependa de una falta de financiación", explican fuentes de CSFI a este periódico.
Esta amenza abre un nuevo frente para Pedro Sánchez, ya que en caso de que finalmente Adeslas, Asisa y DKV digan 'no', a nivel nacional, el fin de Muface dispararía un 115% las listas de espera y costaría 1.000 millones más al Estado, y supondría la incorporación de 1,5 millones de personas a la sanidad pública. Al desbordamiento que viviría la sanidad pública, ya de por sí saturada, el presidente tendría que hacer frente a la 'rebelión' de los funcionarios, a los que ha puesto en su contra con esta negociación del convecio.
Los funcionarios aumentan los contactos para salvar 'in extremis' Muface
Antes de pasar a la acción, con movilizaciones en todas las comunidades autónomas, los sindicatos están jugando todas sus cartas para tratar de salvar la sanidad, con el objetivo de evitar por todas las vías las acciones más extremas.
Según han desvelado a este periódico fuentes sindicales, los funcionarios han aumentado las comunicaciones con las aseguradoras, los hospitales privados y con los directivos de Muface. Además, como ya adelantamos en Vozpópuli, los trabajadores del estado han decidido ir directamente a hablar con el Gobierno, porque el "tiempo corre".
De hecho, ante esta presión, la desesperación tomó el control en el seno del principal sindicato de funcionarios, CSIF, y solicitaron una reunión urgente con el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, y con la directora general de Muface, Myriam Pallarés, sin ni siquiera esperar al veredicto de las aseguradoras. De esta manera, ante el desacuerdo evidente entre las peticiones de Adeslas, Asisa y DKV y lo que han recibido de Pedro Sánchez, los funcionarios movieron ficha y han querido ejercer presión ellos mismos.
El Gobierno se ahorraría más de 500 euros por paciente
La división entre aseguradoras, funcionarios y el Gobierno es ya total. Una división que se hace más evidente porque, según defienden los sindicatos, el sistema sanitario de mutualidad resulta mucho más barato para el estado que el sistema público, por lo que los afectados consideran que se podría aumentar todavía más la inversión para salvar la sanidad de los funcionarios.
Con datos, la subida del 17% que ofrecen desde Moncloa para Muface supone que el coste por asegurado es un 30,5% menor que el coste por paciente en la sanidad pública. Concretamente, si las aseguradoras finalmente aceptan la propuesta, el nuevo Muface ahorrará al Gobierno de 528 euros por paciente.
Como ya contamos en este periódico, la propuesta que ha ofrecido el Gobierno para Muface supone que la prima media que se pague por beneficiario pase de 1.032 euros a 1.208 euros en dos años, frente a los 1.736 euros que se invierte en la actualidad desde la administración pública por cada ciudadano adscrito del Sistema Nacional de Salud, por lo que pese al aumento de la prima, mantener Muface todavía representaría un gran ahorro para el Gobierno.
