El inversor estadounidense George Soros, que llegó a tener posiciones en FCC a través de derivados sobre más de un 8% del grupo constructor y de servicios, liquidó todos los instrumentos precisamente el día en que la compañía anunció la ampliación de capital de 709 millones de euros. La trayectoria bajista de la empresa en Bolsa en los últimos dos años, en los que ha perdido más de un 42%, ha hecho de la apuesta de Soros un completo fracaso.