Peter Marx, hasta hace poco uno de los líderes del ultraderechista Partido Nacionaldemócratico de Alemania (NPD), y la ex actriz porno Ina Groll, metida con calzador en dicha formación de inspiración neonazi, se han convertido en el hazmerreír político del país de la canciller Angela Merkel. Porque un pastel en forma de pene en la última fiesta de cumpleaños del primero y el que la segunda practicara sexo con hombres de raza negra ha terminado por eyectar a ambos fuera del NPD.

Uli Hoeness, toda una leyenda futbolística en Alemania, puede estar seguro de que ha dejado huella en su país. Pero no sólo por sus goles cuando era delantero de la selección de la República Federal de Alemania en los años 70, ni por haber conquistado el Mundial-1974, ni por su excelsa gestión del Bayern Múnich, el club donde entrena Pep Guardiola y que ha presidido hasta hace unos días. Y es que a la Hacienda pública teutona, Hoeness dejó de pagarle casi 30 millones de euros en impuestos, algo que le llevará directamente a la cárcel.

La capital alemana acoge a partir de este mes este y hasta julio una gran retrospectiva dedicada a Ai Weiwei, el fenómeno global del arte chino. El museo Martin Gropius Bau de Berlín le dedica hasta 3.000 metros cuadrados a sus obras, que relatan, entre otras cosas, su particular lucha contra el régimen de su país. Se trata de un combate que gusta en Occidente, aunque entraña infinidad de riesgos, como prueban los múltiples castigos que ha sufrido este creador que no conoce fronteras pese a tener prohibido abandonar China.

Los grandes espacios de Alexanderplatz son sus señas de identidad. Se han mantenido desde siempre. Bautizada en honor al zar Alejandro I de Rusia en 1805, esta plaza ha vivido innumerables transformaciones. Hoy, al lugar que los berlineses llaman der Alex – “el Alex” –, constituye un espacio donde conviven junto a la arquitectura heredada del comunismo expresiones arquitectónicas pasadas y recientes. Pero los hay que imaginan situar allí un rascacielos a modo de ejemplo de “huerto vertical”. Se trata del Green8, un proyecto futurista con el que Alexanderplatz podría abrazar el siglo XXI.

Antes de pasar a la historia como uno de los mayores criminales que haya visto la humanidad, Adolf Hitler también fue un autor de best-sellers. En concreto de un superventas, su autobiografía ‘Mein Kampf’ (‘Mi Lucha’). Del que fue su libro más célebre se vendieron millones de copias. Tanto es así que cuando la Segunda Guerra Mundial daba sus últimos coletazos, se contaban hasta 10 millones de ejemplares de ‘Mein Kampf’ en los hogares alemanes, un éxito editorial que convirtió a Hitler en un hombre rico. En realidad, ya lo era incluso antes de ser nombrado canciller en enero de 1933 gracias a las ventas de su libro, que comenzó a escribir mientras cumplía en 1924 una pena de cárcel tras un golpe de Estado frustrado.

La batalla soterrada por el control de Ucrania entre Alemania y Rusia es un hecho. En este contexto, el escritor Daniil Granin acudió el pasado 27 de enero -70 aniversario de la liberación de la actual San Petersburgo- al Bundestag para hacer enmudecer a Merkel y al resto de parlamentarios germanos recordando los horrores causados por las tropas nazis, al fin y al cabo sus compatriotas.

Las fiestas navideñas, por estar íntimamente relacionadas con tradiciones religiosas, invitan a pensar en lo trascendente, como puede ser la existencia de Dios. Se da la circunstancia de que ésta ha sido probada por un reciente trabajo científico de dos universitarios. Desde Berlín y Viena, Christoph Benzmüller y Bruno Woltzenlogel han demostrado la existencia de Dios usando la razón y medios informáticos. Su trabajo supone un impulso para usar ordenadores en áreas científicas como las matemáticas, la lógica y la metafísica, disciplinas que están más relacionadas de lo que parece.

Múnich ha sido el epicentro del último gran terremoto que ha vivido el mundo del arte. En la capital bávara las autoridades han recuperado el conjunto de obras pictóricas de las que hizo acopio durante los años del nazismo Hildebrand Gurlitt. Su hijo, Cornelius Gurlitt, ocultó durante décadas más de un millar de cuadros de pintores célebres, incluidos de grandes maestros, como Pablo Picasso (1881-1973) o Henri Matisse (1869-1954). En la colección de su padre, uno de los elegidos por el Tercer Reich para hacer negocios con obras artísticas, había cuadros hasta ahora desconocidos de Marc Chagall (1887-1985) y Otto Dix (1891-1969). Las circunstancias que permitieron a estas obras salir a la luz fueron azarosas, al igual que las de otros tesoros robados por los nazis que han sido descubiertos. Y es que los caminos de la historia del arte también son inescrutables.

Para muchos, visitar Alemania en esta época es como entrar en un cuento de Navidad. Para empezar, porque las calles están llenas de millones de luces que celebran el Adviento, por todas partes huele a dulces y ‘lebkuchen’, las galletas espaciadas típicas de estas fechas, y con el emblemático vino caliente especiado que llaman ‘glühwein’ -lo encontrarás en cada esquina-, no hace falta mucho más para entrar en calor.