La hormona de la felicidad es una forma coloquial con la que nos referimos a esos momentos en los que nos sentimos eufóricos y contentos ante algunas circunstancias o incluso ante algún acto cotidiano. Se trata de sustancias químicas que el cerebro produce y que están relacionadas con el bienestar, el placer y la felicidad. Cuidar de nuestra salud mental es algo que todos deberíamos tener como una prioridad para ser más felices y vivir de manera más plena rodeado de los nuestros.
Aunque no hay una sola hormona responsable de la felicidad, existen varios neurotransmisores y hormonas que influyen en nuestro estado de ánimo y en la sensación de placer. Los abrazos son parte fundamental de la afectividad humana. De hecho, nueve de cada 10 personas les dan mucha o bastante importancia en sus relaciones personales y el 95 por ciento considera que éstos ejercen un efecto positivo sobre su bienestar emocional. Estos datos se recogen en el Estudio Sanitas sobre el bienestar físico y emocional del contacto físico con seres queridos elaborado por la compañía.
“El gesto de dar un abrazo libera oxitocina, la hormona de la felicidad, lo que genera un mejor estado de ánimo, controla los latidos del corazón e, incluso, nos traslada a un estado de calma y seguridad, que incide directamente sobre la salud emocional de las personas”, explica Soraya Bajat, jefa del servicio de Salud Mental de los Hospitales Universitarios Sanitas la Zarzuela y La Moraleja.
Esta es la explicación médica tras el bienestar que provoca un abrazo o sentir a alguien que quieres cerca y con afecto. Un bienestar que los españoles experimentan en forma de distintas emociones positivas que les hacen sentir bien. Mientras que para el 73 por ciento de los encuestados los abrazos les aportan cariño, para el 64 por ciento les generan amor, para el 56,3 por ciento consuelo y para el 53 por ciento suponen una fuente de tranquilidad. Además del bienestar emocional, la sensación de los españoles es que el abrazo tiene consecuencias positivas también para su salud física, de hecho, nueve de cada diez ciudadanos así lo cree.
“Este beneficio físico es real, puesto que esa gestión de la calma ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, por lo tanto, repercute directamente sobre la función cardiovascular. Además, ayudan a controlar la liberación de cortisol, la hormona del estrés, que puede influir, incluso en la calidad del sueño y, por tanto, del descanso”, continúa la doctora Bajat.
Preguntados acerca de a quién abrazan más, la pareja es una de las principales respuestas (61 por ciento), los hijos (44 por ciento) y los padres (28 por ciento). Éstos comparten porcentaje con aquellos que suelen abrazar a sus mascotas, que, de hecho, es superior a los que abrazan a sus amigos (23,3 por ciento).
La hormona de la felicidad nos hace sentir bien con acciones diarias. Foto: Pixabay.
En cuanto al número de abrazos, los españoles repiten este gesto, de media, 15 veces a la semana. Las mujeres son las que dan más abrazos (17,7 semanales), y la población entre 35 y 44 años superan esta cifra, hasta llegar a los 21 abrazos cada semana. En el lado opuesto están los entrevistados entre 65 y 75 años, que solo dan 10,6 abrazos de media, y es que esta franja es, a la vez, la que menos abrazos recibe en general, solo el 6,4 por ciento de los encuestados reconoce abrazar a sus abuelos de manera frecuente.
“Dar abrazos es una muestra de cercanía y hemos de ser conscientes de que requieren una cierta confianza”, continúa la doctora. De hecho, la encuesta desvela que la gran mayoría (84,6 por ciento) reconoce que la falta de confianza es el principal motivo para no dar abrazos, aunque a 8 de cada 10 entrevistados les gustaría que en España se dieran más abrazos, puesto que ese es uno de los momentos más felices del día para el 83 por ciento de la población.
La hormona de la felicidad
La llamada hormona de la felicidad se refiere a varios neurotransmisores y hormonas que están relacionados con el bienestar y el placer. Los principales son:
- Endorfinas. Se liberan en respuesta al ejercicio físico, especialmente al hacer actividades de alta intensidad o de resistencia. También se producen al reír, bailar, escuchar música y durante actividades placenteras. Ayudan a reducir el dolor y generar una sensación de euforia.
- Dopamina. Se asocia con el placer y la recompensa. Se libera cuando alcanzamos metas, logramos objetivos o recibimos una recompensa por un esfuerzo. Se produce con actividades como comer alimentos que disfrutamos, escuchar música motivadora o realizar actividades creativas.
- Serotonina. Contribuye al bienestar general, a regular el estado de ánimo y ayuda con el sueño y el apetito. Se estimula con actividades como la exposición a la luz solar, hacer ejercicio, practicar meditación o disfrutar de una comida equilibrada rica en triptófano (por ejemplo, chocolate, plátanos, huevos, y frutos secos).
- Oxitocina. Se le conoce como la ‘hormona del amor’ o del apego. Se libera durante el contacto físico afectuoso, como abrazos, caricias, relaciones íntimas y momentos de conexión emocional. También se libera durante el parto y la lactancia, promoviendo el vínculo entre la madre y el bebé.
Abrazar es una de las mejores formas de mejorar el estado de ánimo. Foto: Pixabay.
Cómo liberar la hormona de la felicidad
Hay algunas acciones cotidianas que ayudan a mantener un equilibrio en estos neurotransmisores y mejorar el bienestar general. De hecho, llevar un estilo de vida saludable es clave para sentir esos momentos de felicidad y que nuestra salud mental esté en un buen estado.
Algunas de las actividades cotidianas que contribuyen a que nos sintamos mejor y que se liberen esas hormonas de la felicidad son hacer ejercicio físico con regularidad, dormir plácidamente y las horas necesarias (al menos ocho horas al día), reír (el poder de la sonrisa es clave) y socializar con amigos o seres queridos, meditar o practicar técnicas como el mindfulness, escuchar música que disfrutes, practicar la gratitud, pasar tiempo al aire libre y tomar el sol o, como decíamos dar abrazos a la gente que quieres y mostrarles tu afecto.