Aunque no la confirmó, la dio a entender. Después de argumentar que Casillas fue suplente ante Bielorrusia porque en el último mes sólo había jugado un partido con el Real Madrid, Del Bosque podría devolver a Iker la titularidad ante Georgia. Sólo los pelotas del seleccionador son incapaces de reconocer que, más que ser injusto con Valdés, el técnico salmantino caería en una incongruencia.

Costó más de lo esperado. Tanto, que el gol de España llegó en el minuto 87, cuando la afición georgiana ya celebraba el empate como un hito y sólo después de que Del Bosque moviera el banquillo. La Roja encadena 23 victorias en fases de clasificación, todo un récord que en Tiflis estuvo a punto, más que de caer, de estrellarse contra la muralla georgiana.