Voltaire equiparó la tierra prometida a esta zona vinícola de Zaragoza que vio nacer al ilustre Goya. Un paisaje estepario salpicado de mudéjar y coloreado por los viñedos que conforman la D.O. Cariñena, una de las más antiguas de España, pero también una de las más maltratadas, porque ¡cuánto le ha costado a este vino sacudirse su fama de peleón! Nada de eso queda ya. Nuevas tecnologías y afamados enólogos alumbran ahora unos caldos refinados que han saltado a la primera línea del panorama patrio.