¡Ah, cuánta gente estará de acuerdo con el título que encabeza estas líneas! Y, lo que es más divertido, la confluencia de opiniones respecto del aserto tendrá motivos radicalmente distintos. Para muchos, ya lo saben, no es que se equivoque: Don Sant

Hace unos días, en una cadena de TV de cuyo nombre no quiero acordarme, se debatía sobre la injerencia del Gobierno en la judicatura. Uno de los contertulios, Gonzalo Miró, nos iluminó con el siguiente hallazgo: los jueces también tien

En estos trágicos momentos, imagino a muchos jugueteando con la idea de que un tiranicidio sería la solución perfecta para todos los males de España. Un buen cristiano respondería que matar va contra la Ley de Dios, contra la ley en general y, además,

(Escribo estas líneas el miércoles 8 por la mañana, sin saber qué haya podido ocurrir por la noche. Por eso, y por lo surrealista de la situación política, prefiero hoy lanzar reflexiones y desconciertos al aire, por si a alguno le pudiera servir

Pasado Halloween, los grandes comercios entran sin sonrojo y con total descaro en campaña navideña. No seré quien los critique, soy más vanguardista todavía: desde hace tiempo me siento en carnaval, todo lo que nos rodea es una gran fa

Una de las consecuencias de la pandemia fue la “normalización” -disculpen la neolengua- del trabajo en línea. Según la persona y el caso, esto ha supuesto una gran oportunidad o una maldición. En el mío, y sobre el papel, me permite ir a mi aire. L

No he visto los debates en directo. Estamos de vacaciones, y las horas en las que los niños duermen son sagradas: que lo urgente no quite tiempo para lo importante. Mi hijo (9) quiso acompañarme cuando me di a la tarea de ver a

Me parece natural que haya quien tema que la idea de la ciudad de 15 minutos sea un paso más en la dirección de tener controlada a la gente, en nombre de una buena causa (el ecologismo)

A los ciudadanos españoles normales, que sólo buscan trabajar honradamente y que les dejen disfrutar de su tiempo libre en paz, no les acaba de salir a cuenta lo de seguir las normas.

Ojalá la media España acostumbrada a cargar con carros y carretas por temor al cansino estigma franco-fascista sepa sacar orgullo y responda con desparpajo y seguridad: ¡contigo no, bicho!

Afronto sus cumpleaños de la misma forma que el mío: una llegada a meta cuya única alternativa lógica es lo peor que puede sucederle a una madre

Sánchez ahonda más en esta herida con sus medidas electoralistas, volviendo vergonzosa la distancia que hay entre lo que gana un jubilado o un funcionario y lo que cobra el empleado promedio