La negociación entre Iberia y su colectivo de tierra, el único con el que aún no ha alcanzado un acuerdo para terminar de cerrar su plan estratégico, entre en su recta final forzada por los plazos para la renovación de los contratos de mantenimiento y handling de la mayoría de aeropuertos españoles. El papel de Iberia en este proceso dependerá de si hay acuerdo o no. En caso contrario, la compañía seguiría con su estrategia y dejaría reducida casi al mínimo esta unidad de negocio. 

La tan ansiada paz social aun no ha llegado a Iberia. Tras el histórico acuerdo con el colectivo de pilotos, que ha supuesto tradicionalmente el mayor escollo en las relaciones laborales de la aerolínea, la piedra en el camino se llama tierra. Las negociaciones con este colectivo están enquistadas toda vez que la compañía no garantiza el mantenimiento del empleo más allá de 2015 y los trabajadores temen que nuevos recortes lleguen por este lado. Iberia necesita el acuerdo de todos los colectivos para comenzar su nueva etapa. 

La oferta comercial de Iberia para los meses de verano volverá a contar con las históricas rutas al Caribe, especialmente La Habana y Santo Domingo, de las que la aerolínea prescindió hace un año cuando se encontraba en pleno plan de ajuste. La compañía, que también tiene planeado retomar la ruta a Montevideo, irá incorporando progresivamente estos destinos, siempre y cuando alcance un acuerdo definitivo con los sindicatos, un proceso que marcha por el camino adecuado.

El futuro de Iberia sigue siendo un pequeño misterio para los mercados. El Día del Inversor de IAG, el holding al que pertenece la aerolínea española, no desveló este viernes demasiado pese a que era la fecha elegida para la presentación a los mercados del plan estratégico de la aerolínea. Por el momento, las negociaciones con los sindicatos, consideradas clave para la continuidad de la empresa, avanzan a un ritmo que no permite dar muchos detalles.