Quizá porque su protagonista es una mamá chimpancé del Bioparc de Valencia, quizá porque en este mundo veloz en el que los humanos vivimos sin vivir, poder detenerse a asimilar la falta, se considera digno de noticia

Quizá porque su protagonista es una mamá chimpancé del Bioparc de Valencia, quizá porque en este mundo veloz en el que los humanos vivimos sin vivir, poder detenerse a asimilar la falta, se considera digno de noticia

Se habló mucho estos días de respeto. De su falta, más bien. Se habló mucho estos días de la ausencia de humanidad en la política. Y en la calle -añadiría yo- que no es más que un reflejo de lo que ocurre, semana tras semana, en la Cámara Baja y v

En estos últimos tiempos, he masticado mucho la soledad que conlleva una espera. Piénsalo bien. Quizá no se aprecia esa especie de vacío ajeno y propio si caminas por la vida sin sentir y de puntillas como una bailarina, pero basta un recorrido lento y

Me dediqué a vivir contando los días que faltaban para mi despedida desde el momento exacto en el que pusieron fecha a mi última jornada laboral en televisión antes de entregarme por completo al que será -si no hay contratiempos- mi próximo of

¿Tiene un asesino que ha cumplido su pena derecho a que se borre su historial, a que se elimine cualquier rastro del crimen que cometió? ¿Tiene derecho a que no quede huella de su oscuro pasado en internet? ¿Cómo puede un criminal escapar de su temible

Me gustaría arrancar este texto emulando el comienzo de la pequeña joya literaria escrita por Patti Smith que lleva por título Tejiendo sueños y que dice así: “En 1991 vivía con mi marido y mis dos hijos en las afueras de D

Cuando estas líneas sean tuyas, será de nuevo sábado. Un sábado frío y lluvioso -según dicen los pronósticos- de finales de febrero. El calendario de tu teléfono te recordará en números negros que estamos ya a día 24 y entonces pensarás, quizá,

Asistí perpleja a la secuencia más comentada de la semana. Asombrada. Atónita. Impotente. Rabiosa. Me pareció un disparate, una chabacanería, me dio vergüenza y sentí lástima del despropósito al que se reduce, en ocasiones, un oficio -el mío- en e

Todos tenemos a alguien, esa tía de la que no hacemos más que oír hablar a todas horas en tertulias, sobremesas o conversaciones ácidas. Su nombre suena nuevamente esta semana, como un rumor de fondo constante y cansino. El clásico miembro de cualquier

“Amar la lectura es tenerlo todo a tu alcance”. Se lo dijo el político y editor William Godwin a su hija, Mary Shelley. Lo escuché una tarde lejana en un cine de Madrid al que fui a ver la película que le dedicaron a

Desconecté del mundo durante varias horas el pasado fin de semana y cuando el domingo volví a enchufarme a la realidad, el primer plano que me encontré en el informativo al encender la televisión fue el de un hombre en la cincuentena con aspecto pulcro.

En estos días pasados de fiestas y celebraciones varias, me topé en redes con una columna escrita allá por 2009. Un texto perteneciente a una vida lejana que se había vuelto de pronto viral, casi quince años después. Movida por la cur

Siempre he creído que tan importante es llegar bien a los sitios como marcharse bien de ellos. Sin perder jamás la elegancia, la compostura, como si el último día en un cargo determinado -de mayor o menor rango- llevaras puestos unos ta

Quizá eres una de esas personas que hoy ha madrugado para ir temprano al mercado en busca de producto fresco con el que preparar un guiso caliente para este otoño templado. Quizá has pasado la mañana en una terraza tomando un vermú con aceituna y conve

La noche caía como una losa -con este nuevo horario- cuando, sorteando al volante unas cuantas curvas de camino a casa de mi madre después del trabajo, ella llamó impaciente para saber en qué punto del trayecto me encontraba. Fue entonces cuando me lo d

Pronto supe que cuando una herida permanece abierta y supurante durante años y años, acaba siendo indolora; que cuando un drama se repite una y otra vez, acaba volviéndose invisible.

Llevamos tiempo distraídos, con la mirada puesta lejos, en lugar

Siempre ocurre. Siempre ha ocurrido. Hay historias, casos que conectan instantáneamente con la sociedad, que hacen click, que atraen como un imán. No hay un motivo, ni un porqué, pero pasa. Y ha vuelto a pasar.

Es miércoles por la mañana

Desde hacía ya un tiempo rondaba por mi cabeza la idea de dejarlo todo. De apagar el interruptor de ese otro mundo virtual cada vez más falso, más postizo, más vomitivo. Los únicos perfiles que me empujaban a mantener activada mi cuenta de Inst

¿Qué haría yo, cómo reaccionaría si un día me encontrara encerrada en un laberinto sin salida? Me lo llegué a plantear muchas veces, muchos “días después” de algo horrible. Tras el 11S. Tras el 11M. Tras los atentados de París

El asunto me pareció grave. Terriblemente grave. Llegó a la hora de una copa de sobremesa un viernes noche, aunque sin copa, en pijama y desde un sofá. A priori no era quizá el plan más apetecible para el último día de la semana, sin embargo, me pare

Hace unos días, mi sobrino celebró su noveno cumpleaños en un local de esos repletos de camas hinchables en los que padres y niños -por igual y para mi asombro- se dedican durante dos horas a saltar, sudar y a retozarse en un suelo embadurnado de plást

Recuerdo el libro como si lo hubiera terminado ayer. Lo tengo vivo en el presente, aunque lo finalicé hace ya unos cuantos meses. Lo recuerdo porque su lectura me atravesó como un rayo, me descolocó. ¿Podía yo convertirme, de pronto, en asesina? ¿Pod

No habían pasado ni dos días desde el 23J cuando el martes, de noche, haciendo algo de limpieza en casa, me encontré con un viejo periódico de papel. En realidad, no era tan viejo. Estaba fechado el cinco de julio de este mismo año. Habían transcurrid

La última vez que vi a aquel octogenario fue hace cosa de una semana. Serían las once de la mañana de uno de los escasos días de luz y calor de este verano tormentoso y gris que sacude el norte. Yo salí a pasear como tantos otros días y fue entonces,

Lejos de lo que insinúa el título de esta columna, el pasado fin de semana no fue uno cualquiera. No fue uno más. No debería, al menos, haber sido uno más. Quizá, aparentemente, no tuvo importancia alguna. Quizá pocas personas repararon en la graveda

Que el show debe continuar ya lo gritó, lo cantó Freddie Mercury hasta quedarse sin aliento, hasta que se apagó su voz, hasta la extenuación. Y es literal porque no descubro nada si digo que la canción -hoy convertida en lema- no es m

Corría el tiempo en su contra. Demasiado. “Les quedan cuarenta horas de oxígeno”. Una cuenta atrás agónica, retransmitida al mundo en directo y destinada irremediablemente al desastre. Como si no hubiera habido otro final posible pa

La historia me atrapó desde el mismo instante en que saltó a los medios de comunicación. Cuando todavía era casi el sueño del reencuentro de una familia numerosa con un padre huido de las guerrillas; cuando todavía era casi un

Leí la noticia con una mezcla de estupor y de dicha. Con cientos de preguntas golpeando como un martillo mi mente inquieta. ¿Y si jamás nadie hubiera reparado en su caso? ¿Y si los científicos, cansados, hubieran tirado la toalla? ¿Y