Internacional

Así manipula Rusia los referéndum en Ucrania: lotes de comida, rusos censados e intimidación

Ucrania vive estos días un referéndum falso, en el que presuntamente los ucranianos elegirán si adherirse a Rusia o no. Un plebiscito manipulado para que salga el 'sí'

  • Ucranianos haciendo acopio de comida el pasado marzo -

La 'rusificación' de los territorios invadidos en Ucrania ha comenzado su última fase: un referéndum para que los ciudadanos decidan si quieren adherirse a Rusia o no. Un plebiscito que Kiev no reconoce, así como varios organismos internacionales. Por ejemplo, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha asegurado que Estados Unidos tiene pruebas de la manipulación de esta votación: "Tenemos información que muestra a los funcionarios rusos estableciendo objetivos de participación de los votantes y tasas de aprobación para los referendos".

Una de las regiones donde Rusia hará un referéndum es Jerson. Fuentes ucranianas cuentan a Vozpópuli que hay grupos organizados que se están encargando de visitar casa por casa para pedir el voto o, incluso, llevar la urna al domicilio con el objetivo de que los ucranianos voten el sí. Para ello, en algunos casos, han utilizado intimidación y amenazas.

Este es el único canal -y el boca a boca de los vecinos- por el que los habitantes de Jerson saben que ya se está celebrando el referéndum. Varias fuentes que están allí presentes cuentan a este diario que lo habitual es que haya cartelería en las calles y en los portales para avisar a la ciudadanía, pero en este caso, el secretismo es absoluto.

La administración rusa lleva cajas con alimentos a las familias a cambio de votar por el 'sí' a la adhesión. Su objetivo principal es llevar estos lotes a los más vulnerables: jubilados y familias con niños. Ellos solo tienen dos opciones: comer a cambio del 'sí' o morir de hambre.

Estas mismas fuentes cuentan a Vozpópuli que los funcionarios rusos solo han habilitado un centro de votación (la Escuela Naval de la ciudad) con el objetivo de evitar conflictos o actos violentos, aunque esto tampoco ha sido informado de manera oficial a la ciudadanía.

Los ucranianos que allí residen están determinados a no participar en lo que denominan "un montaje". Las calles de Jerson están más vacías que nunca, ya que nadie quiere ser vinculado con el referéndum. Allí, los ucranianos que se han pasado a las filas rusas están muy mal vistos: de hecho, se convierten de forma automática en objetivos del ejército ucraniano, tal y como le ha ocurrido a Vladimir Saldo, un ucraniano que ocupó la alcaldía de la ciudad en dos etapas y que ahora administra la región para los invasores.

Pese a ello, los rusos tratan de persuadir al ciudadano ucraniano. Por ejemplo, llevan cajas con alimentos a las familias a cambio de votar por el 'sí' a la adhesión. Fuentes de Jerson cuentan a este diario que el objetivo principal de la administración es llevar estos lotes a jubilados y familias con niños. Otra estrategia más del Kremlin: desde hace tres semanas, el ejército ha bloqueado la llegada de ayuda humanitaria para condenar a la población a la inanición, de tal forma que solo tenga dos alternativas: comer a cambio del 'sí' o morir de hambre.

Rusia, a través de sus medios de comunicación, está informando falsamente a la población de que Zelenski ha convocado referéndums en las regiones anexas a Polonia. Con ello, quieren convencer al ciudadano de que Ucrania quedará desmembrada para que voten a favor de la adhesión.

En Vozpópuli ya contamos que el pasado 4 de marzo, una vez Jerson se instaló bajo el yugo invasor, comenzaron a llegar autobuses con civiles procedentes de Rusia. En estos momentos, hay 17.000 rusos censados en Jerson, según señalan fuentes de la ciudad

El objetivo de Rusia es manipular el referéndum para indicar a la comunidad internacional que la Ucrania invadida quiere formar parte de su país, de tal forma que en caso de ataque del ejército ucraniano a estas regiones, responder con todo su arsenal al tratarse de una acción defensiva. Un movimiento que desde Kiev sabían que se produciría desde hace meses.

En Vozpópuli ya contamos que el pasado 4 de marzo, una vez Jerson se instaló bajo el yugo invasor, comenzaron a llegar autobuses con civiles procedentes de Rusia. En estos momentos, hay 17.000 rusos censados en Jerson, según señalan fuentes de la ciudad. Fueron trasladados con el objetivo de que voten a favor en el referéndum y que participen en manifestaciones para pedir la adhesión a Rusia, haciéndose pasar por ciudadanos ucranianos.

En marzo, como narramos, ya hubo una protesta manipulada, pero estas se han repetido de forma paulatina a lo largo de estos siete meses de invasión. Estas manifestaciones tienen un doble fin: que la comunidad internacional piense que la ciudadanía ucraniana quiere adherirse a Rusia y manipular a los rusos a través de los medios de comunicación para que viesen la invasión con buenos ojos. Además, Rusia utilizará el censo real de Jerson para realizar la votación pese a que más de la mitad de la región está vacía: la mayoría de los ucranianos han logrado huir a lo largo de estos meses.

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