La diabetes puede afectar casi cualquier parte del cuerpo. Es por eso que manejar nuestros niveles de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar en la sangre, es algo de vital importancia. Además, el control de la presión arterial y el colesterol, puede ayudar a prevenir los problemas de salud que pueden presentarse con la diabetes también. Con la ayuda de nuestro equipo de atención médica, deberíamos poder crear un plan de autocuidado de la diabetes para controlar la enfermedad.
La edad también es un factor clave, y es que a medida que vamos envejeciendo cualquier enfermedad o molestia se verá agravada el tener un sistema inmune más desgastado. Es por ello por lo que a medida que vamos cumpliendo años debemos estar más alerta ante situaciones como esta. A continuación te mostramos algunos factores clave a partir de los 40 años para controlar el azúcar en sangre, según un estudio del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases:
Colesterol
Tenemos dos tipos de colesterol en la sangre: LDL y HDL. El LDL o colesterol 'malo' puede acumularse y obstruir los vasos sanguíneos. Demasiado colesterol malo puede causar un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular. El colesterol HDL o colesterol 'bueno' ayuda a eliminar el colesterol 'malo' de los vasos sanguíneos. Preguntar a nuestro equipo de atención médica cuáles deben ser nuestros valores de colesterol óptimos es algo importantísimo. Y si estamos en una edad superior a la de 40 años de edad, tal vez se deba tomar estatinas para la salud del corazón.
Dejar de fumar
Abandonar la costumbre de fumar es especialmente importante para las personas con alta cantidad de azúcar en sangre porque tanto este hábito como la diabetes reducen el diámetro de los vasos sanguíneos. El estrechamiento de los vasos sanguíneos hace que el corazón tenga que trabajar más duro. Y no, los cigarrillos electrónicos o los famosos 'vaper' tampoco son buenos. Al dejar de fumar podemos disminuir el riesgo de ataques al corazón, mejorar nuestro colesterol y presión arterial, mejorar la circulación sanguínea o resultarnos también más fácil mantenernos activos físicamente.
Importantísimo cuidar la alimentación
Hacer un plan de alimentación para la diabetes con la ayuda de nuestro equipo de atención médica es clave. Seguir este plan nos ayudará a controlar nuestro nivel de glucosa en la sangre, la presión arterial y el colesterol. Comer frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, pollo o pavo sin piel, pescado, carne magra y leche y quesos descremados o bajos en grasa. Y sobre todo, priorizar el agua en vez de cualquier tipo de bebidas endulzadas con azúcar.
La actividad física: un gran aliado
El mantenernos físicamente activos y en movimiento mejora la salud y fortaleza de nuestro corazón, además de reducir el azúcar en sangre. Intentar fijarnos como meta hacer más actividad física, unos 30 minutos o más de ejercicio casi todos los días de la semana, es un objetivo real, de fácil cumplimiento y sobre todo muy saludable. La caminata a paso ligero y la natación son dos muy buenas maneras de hacer ejercicio. Si no haces ejercicio de normal y empiezas prácticamente de cero, es aconsejable preguntar a tu equipo de atención médica sobre qué tipos y cuánta actividad física son adecuados para ti, ya que no es bueno empezar sin desconocimiento o poder hacer el ejercicio físico mal o más de la cuenta.
Además, para controlar el nivel de azúcar en nuestra sangre, seamos diabéticos o no, es recomendable hacerse periódicamente la llamada prueba A1C, que es una prueba que muestra el nivel promedio de glucosa en sangre durante los últimos 3 meses. Importante preguntar a nuestro equipo médico cuál es el nivel que debemos tener.