La fugaz comparecencia de Begoña Gómez en los juzgados de Plaza Castilla se ha convertido en un acontecimiento mediático en el que ha cobrado más protagonismo lo que pasaba fuera de los juzgados que en su interior. La mujer del presidente del Gobierno, que estaba citada como imputada por dos delitos, apenas ha comparecido sesenta minutos dentro del juzgado, pero su presencia ha provocado un revuelo mediático entre un dispositivo de seguridad sin precedentes.

Desde primera hora de la mañana medios de comunicación nacionales y también internacionales aguardaban en las inmediaciones del edificio judicial. Un cordón de seguridad nunca visto en estos juzgados madrileños impedía el acceso a la plaza no solo de manifestantes sino también de periodistas que, ante este tipo de citaciones, suelen aguardar en la puerta de los mismos.

En este caso, el Decanato de los juzgados de Plaza de Castilla había limitado la presencia de medios en los pasillos del juzgado exclusivamente a cuatro agencias: Efe, Europa Press, Servimedia y Colpisa. Sin embargo, antes de la llegada de Begoña Gómez, las cinco acusaciones que litigan en la causa han llegado a las puertas del Juzgado de Instrucción número 41 acompañadas, en algunos casos, por un ejército de colaboradores.

El jefe de prensa del PSOE y Vito Quiles, en el juzgado

Cuando faltaban pocos minutos para las 10.00 horas, en la entrada del juzgado esperaban los abogados de Vox, Manos Limpias, Iustitia Europea, Hazte Oír y Movimiento de Regeneración Política de España. Además de ellos, se encontraban también el eurodiputado y coordinador nacional de Vox, Jorge Buxadé y terceros como el jefe de prensa del PSOE Ion Antolín y también el activista y jefe de prensa de Alvise Pérez, Vito Quiles.

Fuentes jurídicas presentes confirman a Vozpópuli que, ante el revuelo generado, el juez Juan Carlos Peinado ha determinado que únicamente entraría en la sala un abogado por acusación. Así pues, han entrado todos ellos, incluido también Antonio Camacho, abogado de Begoña Gómez. Precisamente, la mujer del líder del PSOE ha sido la última en irrumpir en el juzgado. Lo ha hecho acompañada de un séquito de escoltas y miembros del equipo de Seguridad de Moncloa.

La empresaria, que está siendo investigada por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, ha accedido al edificio por el garaje y en un coche con los cristales tintados. La primera imagen que se ha tenido de ella ha sido, pues, dentro de los juzgados. Iba vestida con un traje chaqueta negro.

Una vez dentro de la sala y siempre según las fuentes consultadas, se le han leído sus derechos, como cualquier persona investigada en un procedimiento penal. Tras ello, Begoña Gómez ha tomado la palabra para decir que no tenía conocimiento completo de estas diligencias.

Begoña Gómez alega indefensión

Se trata de un argumento al que se ha referido su defensa en reiteradas ocasiones después de que la Fiscalía Europea se avocara la parte principal del procedimiento, relativa a dos adjudicaciones públicas a su socio, el empresario Carlos Barrabés. De hecho, Camacho le preguntó al juez que le aclarara los motivos por los que se le investigaba y éste respondió que había indicios nuevos y que había que seguir indagando.

El motivo por el cual Gómez ha apelado a la indefensión es por el desconocimiento de una de las querellas interpuestas por Hazte Oír que se centra en las actividades profesionales de Begoña Gómez y en su relación laboral con la Universidad Complutense. Se trata de un documento que según Camacho no han podido estudiar y sobre el cual no se podrían pronunciar hoy.

Ante este escenario, el juez Peinado ha suspendido la citación y le ha emplazado a interrogarla de nuevo el 19 de julio. Al término de la comparecencia, los abogados de las partes han ido abandonando la sala y, tras ello lo ha hecho el juez Peinado.

La última en salir del juzgado ha sido la propia Gómez que, acompañada del equipo de escoltas con el que ha entrado, ha abandonado el edificio judicial en coche oficial. La comitiva de dos vehículos ha abandonado el lugar por la puerta de los funcionarios pasadas las 11.20 horas.

El rector va a declarar

El cordón de seguridad desplegado y el amplio dispositivo policial no ha evitado que medios de comunicación de radio, prensa y televisión se agolparan en la zona permitida para ello. Pero las fuertes medidas de seguridad han hecho que se tuvieran que conformar con seguir los acontecimientos desde el carril bici del Paseo de la Castellana.

Además, un grupo de manifestantes se ha agolpado en la acera de enfrente del Paseo de la Castellana desde donde han proferido cánticos contra Begoña Gómez y en apoyo al juez. La Policía les ha impedido cruzar a la zona de los juzgados "por motivos de seguridad". Pese a la lejanía, han permanecido concentrados hasta que se ha terminado la escueta diligencia.

Tras ello, abogados de las acusaciones y también el propio Antonio Camacho han atendido a los medios. Este último ha denunciado que no se les dio traslado de la segunda querella de Hazte Oír y ha asegurado que se están produciendo "cosas singulares" como, por ejemplo, retrasos en las notificaciones.

Acusaciones como Hazte Oír han denunciado que era una "vergüenza" que aguardaran hasta hoy para pedir la suspensión, mientras que el presidente de Iustitia Europa, Luis María Pardo, ha dudado también de que no haya sido notificada a tiempo de las diligencias. "Nos parece sorprendente que diga que no sabe de qué se le acusa cuando hay tres tomos y documentación al respecto", ha dicho.

El eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, también se ha pronunciado en esta línea y ha denunciado las medidas de seguridad, a su juicio, excesivas desplegadas para esta citación. "No podemos permitir que esta autocracia de Sánchez se imponga también en el ámbito judicial con el sometimiento de los periodistas y abogados a los caprichos de la señora Gómez. Esta una estrategia judicial", ha dicho.

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