Pedro Sánchez no deja de sorprender. El líder del Ejecutivo, tras 72 horas de silencio, se ha pronunciado al fin sobre las rebajas de penas de las que se beneficiarán decenas de etarras. Y, por dos veces, ha dicho: "No hay rebaja de condenas". Sánchez ha reiterado que la norma que el Congreso votó casi por unanimidad en septiembre y que contenía dos enmiendas de Sumar que abrieron la puerta a esas rebajas, es una transposición de una directiva europea. Y que el apunte de su socio de coalición solo sirve para que se tenga "en cuenta los años que los presos ya han cumplido en cárceles en el extranjero". "A quienes se les condenó a 30 años, cumplirán 30 años. No hay rebaja alguna, señorías del PP, y ustedes lo saben. Por eso votaron este proyecto de ley", ha resuelto Sánchez.
El presidente del Gobierno, además, ha denunciado este miércoles la desinformación que se vierte sobre la inmigración un día después de que su portavoz gubernamental, Pilar Alegría, retorciera la realidad en Moncloa al zanjar que la Audiencia Provincial de Madrid casi ha exonerado a Begoña Gómez de la causa judicial por la que se la investiga. Aunque nada más lejos de la realidad. Según el líder socialista, "existe un ejército de tabloides digitales entregado a crear un flujo constante de mentiras". Pero parece no tener inconveniente en que sus correligionarios mientan en una rueda de prensa para defender a su mujer.
"Han conseguido [los bulos] que los ciudadanos piensen que los inmigrantes que reciben asistencia sean cuatro veces más que el dato real. Lo mismo ocurre con la delincuencia. ¿Delinquen? Sí. Pero si analizamos los datos, teniendo en cuenta la edad y la renta, la tasa es la misma que la de los españoles. La realidad es que los extranjeros no son ni mejores ni peores. Son iguales. Somos conscientes del problema de la desinformación que está contaminando el debate público", ha espetado Sánchez. El presidente está compareciendo en la Cámara Baja a petición del PP para rendir cuentas por su gestión en la crisis migratoria que enfrenta España.
El presidente ha entrado en el hemiciclo acompañado de la ministra Pilar Alegría; un claro gesto de respaldo tras su comparecencia de este martes en Moncloa, en la que mintió siguiendo el argumentario del núcleo duro del presidente. El Gobierno está perdiendo la batalla por el relato, como evidenció el demoledor artículo de The Economist contra su gestión política. Y solo así se explican las pasadas de frenada que están cometiendo sus portavoces. Los nervios cunden.
Sánchez ha abordado su visión de la política migratoria, aunque el PP, en la primera ocasión que ha tenido, le ha dado una estocada por la rebaja de las penas a los etarras: "Ha hablado usted de la dignidad de los migrantes. Le pido expresamente que retire la ley que deja sin efecto más de 300 años de prisión a los condenados por terrorismo de ETA; tiene 5 días, hasta el 14 de este mes, le ruego que lo aproveche y recapacite", ha espetado Alberto Núñez Feijóo.
El líder socialista no ha querido dejar pasar la ocasión de arremeter contra la oposición por su concepción sobre la inmigración, convertida ya en arma política de primer orden tras escalar al primer puesto del podio de las preocupaciones de los españoles, según el último barómetro del CIS. En el informe de septiembre de 2024, el 30,4 % de los encuestados señalaron la inmigración como uno de los tres principales problemas del país, un porcentaje que ha aumentado considerablemente en los últimos meses.
El presidente de Gobierno ha nadado en el mar de clichés para hacer una encendida defensa de la inmigración: "Vox y el PP nos dicen que los inmigrantes vienen a vaguear y a acaparar subsidios. Pero lo cierto es que presentan una tasa de actividad 4 puntos superior a los nacionales, aportan el 10% de los ingresos de la Seguridad Social, y usan los servicios públicos y las prestaciones sociales un 40% menos que los nacidos en España. También nos dicen que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo. Pero la realidad es que la mayoría de ellos realizan profesiones invisibilizadas, con un alto grado de precariedad. Y, sin ellos, sectores como la agricultura, la construcción o la hostelería se hundirían, ya que suponen entre el 25 y el 50% de sus trabajadores. Y dicen que los inmigrantes ponen en peligro a nuestros seres queridos. Pero la mitad de las personas que trabajan cuidando a nuestros hijos, padres y abuelos son personas inmigrantes".
Pese a todo, el presidente, tras tildar a Vox y a PP de xenófobos, ha admitido que la inmigración genera "fricciones". Por eso ha animado a todos a contribuir a la integración de los extranjeros: "No podemos ignorar las fricciones. Debemos ayudar a los migrantes a integrarse y dedicar recursos a ello. Debemos proteger las leyes, los valores y las costumbres de la sociedad española con la misma convicción. Nos dicen que es imposible desplegar una política migratoria que beneficie a extranjeros y nacionales pero lo vamos a hacer. En las próximas semanas pondremos en marcha un plan nacional de integración y convivencia intercultural".
MataNarcisos
17/10/2024 19:08
Lo mas hiriente, es que compañeros de aquellos que recibieron un tiro en la nuca, en los años en el que HERRI BATASUNA...(Bildu) amparaba a ETA, ahora estén dispuestos a tragar, ( y como tragan) ante esta INDIGNIDAD. Por lo visto en el PSOE se rige la máxima de "El muerto al hoyo, y el vivo al Palacio" Y es que el "Palacio y la buena vida" tira más que dos carretas.