Pedro Sánchez no logra evitar la pitada en el comienzo del desfile militar del 12 de octubre a pesar de la intensa lluvia que cae sobre Madrid -con la consiguiente reducción del público asistente- en su llegada al palco de autoridades. Aunque la lluvia sí ha aplacado algunos de los gritos, los abucheos han sido más que notables en la 'zona noble' del acto castrense que marca el Día de la Fiesta Nacional. También se ha suspendido el desfiló aéreo debido a la meteorología adversa.
Como contaba Vozpópuli, se trata de un desfile crítico para Pedro Sánchez, acorralado por diversos casos de corrupción que se dirimen en los tribunales y por la fragilidad parlamentaria en la que sostiene su Gobierno. Las últimas revelaciones de la UCO en el caso Koldo apuntan que el presidente del Ejecutivo conocía de antemano la llegada a Madrid de la vicepresidenta de Venezuela en el escándalo conocido como Delcygate, poniendo en entredicho las diversas versiones que hasta ahora habían ofrecido desde Moncloa.
El intermediario Víctor de Aldama es considerado por muchos como la piedra angular de muchos de los casos que investiga la Justicia y salpican al Gobierno. En el Gobierno hay una creciente inquietud por las revelaciones que pueda hacer el empresario. También existe alarma por el devenir de los casos que afectan a la esposa del presidente, Begoña Gómez, y a su hermano, David Sánchez, también conocido como David Azagra.
Todos estos episodios han pesado en la recepción de Pedro Sánchez a la tribuna de autoridades del desfile militar del 12 de octubre. Asimismo hay que recordar otras polémicas políticas recientes, como la puesta en marcha de una reforma legislativa que permitirá a una cuarentena de presos de ETA reducir sus penas en las cárceles; entre ellos, históricos dirigentes como Xabier García Gaztelu, alias Txapote, José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, María Soledad Iparraguirre, alias Anboto, o Juan Carlos Iglesias Chuzas, alias Gadafi, entre otros.
Un desfile bajo la lluvia
La meteorología también afecta al desfile aéreo. Atendiendo a los protocolos habituales, que marcan unos mínimos de nubosidad y visibilidad, finalmente se ha optado por suspender la exhibición de medios del Ejército del Aire y del Espacio, y de otras unidades militares que también tenían previsto participar con capacidades aéreas en el Día de la Fiesta Nacional.
En el desfile participan de 4.092 efectivos de las Fuerzas Armadas, 85 aeronaves y 266 vehículos motorizados, así como 210 caballos, con el objetivo de recorrer el kilómetro y medio que separan la Plaza de Carlos V y la Plaza de Colón.
En términos militares, las principales novedades de este año pasan por la incorporación de las banderas de Eslovaquia, Eslovenia, Portugal y Chequia, que forman parte junto a España de los contingentes desplegados por la OTAN en el flanco este, de disuasión ante Rusia. El salto paracaidista estaba asignado a la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio (PAPEA).
Anécdotas del desfile
Más hitos reseñables. La princesa Leonor, vestida con el uniforme de guardia marina -en plena formación con la Armada-, acompaña a Felipe y Letizia. No está presente la infanta Sofía, que estudia en Gales.
En el desfile participan unidades terrestres y aéreas del Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire, así como efectivos de Guardia Civil, Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Real, fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y diversos organismos de Seguridad, Protección Civil y Emergencias. ¿Y la cabra de la Legión? No es una cabra, es un borrego de 6 años y se llama Killo.
También hay novedades en el palco de autoridades. Junto a los reyes están el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Teodoro López Calderón.
Pero en términos políticos sí hay una asistencia reseñable: la del presidente de Cataluña, Salvador Illa, que rompe las habituales ausencias de sus predecesores. Faltan el lehendakari vasco, Imanol Pradales (ya habitual) y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que ha excusado su ausencia.