Las verduras que tienes que comer si eres diabético: no suben el azúcar en sangre

Para las personas que viven con diabetes, la alimentación juega un papel fundamental en el control de la glucemia y la prevención de complicaciones. Si bien no hay alimentos "prohibidos", sí es importante elegir opciones que ayuden a mantener niveles estables de azúcar en sangre.

En este sentido, las verduras son un aliado esencial en la dieta de un diabético. Aportan fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para la salud, además de ayudar a regular la glucosa.

Verduras con bajo índice glucémico

El índice glucémico (IG) es un indicador que mide la velocidad con la que un alimento eleva los niveles de azúcar en sangre. Para las personas con diabetes, es recomendable optar por verduras con bajo IG, ya que estas liberan glucosa de forma más lenta y gradual, evitando picos repentinos.

Entre las verduras con bajo IG encontramos: las acelgas, ricas en fibra, vitaminas A, C y K, y minerales como potasio y magnesio. Los champiñones, una excelente fuente de fibra, vitaminas B, potasio y selenio. Los espárragos, que contienen fibra, vitaminas A, C, E y K, además de ácido fólico y potasio. Otra de las verduras más nutritivas, rica en fibra, vitaminas A, C, K, ácido fólico, hierro y calcio es la espinaca. El pepino, la lechuga y el jitomate contienen gran cantidad de agua, fibra y vitaminas.

Verduras con índice glucémico alto

Algunas verduras con índice glucémico alto son la zanahoria, calabaza o betabel cocidos, la jícama o los jugos de verduras.

La cocción puede aumentar el IG de algunas verduras, por lo que se recomienda consumirlas crudas o con poca cocción al vapor o hervidas. Es importante incluir una amplia variedad de verduras en la alimentación para obtener todos sus beneficios nutricionales. Un nutricionista o educador en diabetes puede ayudarte a crear un plan de alimentación personalizado que se adapte a tus necesidades y preferencias.

Recuerda que, junto con una alimentación saludable, es fundamental mantener un estilo de vida activo, realizar ejercicio físico de forma regular y seguir las indicaciones médicas para controlar adecuadamente la diabetes y prevenir complicaciones.