Esto es lo que pasa si usas la misma toalla de baño durante varios días seguidos

A pesar de ser un elemento de higiene personal esencial, estas esponjosas piezas de tela como es una toalla de baño, pueden convertirse en un caldo de cultivo para una variedad de microorganismos, incluyendo hongos y bacterias, que podrían poner en riesgo nuestra salud.

La humedad constante, la temperatura cálida y la piel muerta que se desprende durante el baño crean el ambiente perfecto para que proliferen estos microorganismos. Algunas de las bacterias más comunes encontradas en las toallas incluyen Staphylococcus aureus, E. Coli y Pseudomonas aeruginosa, las cuales pueden causar infecciones cutáneas, problemas respiratorios y otras complicaciones de salud, como infecciones estomacales, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

¿Cómo prevenir estos problemas en nuestra toalla de baño?

Hay una serie de comportamientos o pautas que nos pueden ayudar a prevenir o paliar estos problemas:

-Lavar las toallas con frecuencia. Se recomienda lavar las toallas de baño con agua caliente y detergente al menos una vez por semana.

-Secar completamente las toallas. Después de cada uso, asegúrate de que las toallas estén completamente secas antes de guardarlas.

-Cambiar las toallas con regularidad. Es recomendable cambiar las toallas cada 2-3 meses.

No compartir toallas: Cada miembro de la familia debe tener su propia toalla.

¿Qué dicen los expertos?

El doctor peruano, Sebastián Arrieta, a través de su cuenta de Instagram (@doctorarrietam) nos esclarece un poco sobre esta situación, así como también nos comparte algunos consejos.

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Como hemos contado, tras la recogida de cultivos microbiológicos en toallas de baño, los expertos encontraron hongos y cinco (5) tipos de bacterias en las mismas, alertándonos del 'peligro' que puede suponer para nuestra salud una mala limpieza de este tan imprescindible enser de nuestro día a día.

En conclusión, nuestras toallas de baño, aunque parezcan inofensivas, pueden convertirse en una fuente de contaminación si no se mantienen limpias y secas. Al seguir estas sencillas recomendaciones, podemos reducir significativamente el riesgo de infecciones y mantener nuestra piel y nuestro cuerpo saludables.